Los pescadores de anchoa esperan que Francia no utilice redes ilegales
Los pescadores de bajura del Cantábrico salieron ayer a la mar para iniciar la campaña de captura de la anchoa que se prolongará durante tres meses. Los pescadores esperan que este año los franceses no incumplan la normativa comunitaria y dejen de utilizar redes pelágicas, artes de pesca contrarias a las que utilizan los españoles. La última costera se saldó con una fuerte batalla en la mar entre los pescadores de España y Francia.La temporada pasada se salvó, según las cofradías de pescadores gracias al precio que alcanzó la anchoa en lonja, en torno a las 285 pesetas el kilogramo, cantidad superior a la de campanas anteriores. La flota de bajura del Cantábrico consiguió capturar tan sólo 13.000 kilogramos de anchoa, según señalaron ayer representantes de los pescadores.
"Las capturas de anchoa fueron de un millón de toneladas menos. Lo único que nos ha salvado ha sido el precio", indicaron. Durante la pasada temporada, la flota de bajura del Cantábrico se vio obligada a amarrar sus barcos en puerto en varias ocasiones.
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