Montserrat Caballé conquista en el Kremlin al público moscovita

Montserrat Caballé triunfó ayer en Rusia por quinta vez, en esta ocasión ante seis mil espectadores, que llenaron el Palacio de' los Congresos del Kremlin. A pesar de la mala acústica de la enorme sala, la soprano española conquistó al público moscovita con un programa que incluía arias de Rossini, Verdi, Puccini, Massenet, Mascani, Cillea y Boito.Es la primera vez que la Caballé canta en el Kremlin, en el Palacio edificado hace más de 30 años para acoger el congreso de turno del entonces todopoderoso Partido Comunista de la hoy desaparecida Unión Soviética.

En la conferencia de prensa que la diva de la ópera dio en vísperas de su concierto, aseguró que ella nunca elige el escenario donde canta. "Acudo adonde me invitan", dijo al explicar por qué en esta ocasión no cantaría en el teatro Bolshói, santuario de la ópera y el ballet rusos.

Lo más selecto de los nuevos rusos se dio cita ayer en el Kremlin, cuyos accesos se vieron bloqueados por los Mercedes en los que llegaban los nuevos dueños del país, con sus damas envueltas en finísimas pieles. Esta gente pagó 40.000 pesetas para escuchar a la magnífica Caballé, con derecho a asistir después del concierto a un pequeño banquete con la soprano.

La visita más corta

Las entradas -las más baratas costaban sólo 1.300 pesetas- se agotaron mucho antes de que la famosa cantante española llegara a Moscú el lunes, en la más corta de sus visitas a Rusia. Una hora después de que Caballé terminara de cantar en el Kremlin, el canal ruso de televisión -con una audiencia potencial de unos 150 millones de personas- retransmitió íntegro el concierto como un obsequio a las mujeres trabajadoras, en su día, el 8 de marzo, fiesta que en Rusia tiene una gran tradición.

Inmediatamente después del ' recital, en el mismo Palacio, los organizadores ofrecieron un pequeño banquete a Caballé, al que asistieron 300 personas. En el acto, el Grupo Independiente Almaz (Diamante), el principal patrocinador del recital, regaló a la soprano un fino engarce de oro con forma de corazón, con dos rubíes y filigrana y precioso esmalte. La joya, según explicó a un grupo de periodistas Dmitri Savéliev, director financiero de Almaz, pertenece a una colección cuya pieza. más barata es de cien mil dólares (13 millones de pesetas) y la más cara, de un millón.

"Ha sido muy emocionante.Creo que nunca me han regalado tantas flores, comentó Montserrat Caballé, visiblemente contenta por la acogida que tuvo en la inmensa sala de seis mil personas, llena de bote en bote. Preguntada por qué había cantado un solo bis -La primorosa, de la zarzuela de El barbero de Sevilla-, cuando el público aplaudía a rabiar y esperaba, por lo menos, un segundo, Caballé explicó que no era culpa suya. "Tenía prevista un aria de La Bohéme, pero los materiales no le llegaron a tiempo a la orquesta y ésta simplemente no estaba preparada" señaló la famosa cantante.

Caballé dijo que ya tenía varias ofertas para volver a Rusia, pero que no podrá hacerlo en los próximos 18 meses. Los patrocinadores que hicieron posible el concierto de la soprano en Moscú piensan traer en junio a José Carreras y a fin de año, a Plácido Domingo.