El centro lkertze introduce a los niños guipuzcoanos en la creación artística
Más de 3.000 escolares guipuzcoanos de entre 6 y 12 años han jugado en los laboratorios visual, sonoro-musical y de expresión dramática del centro donostiarra lkertze en los últimos cuatro años. Pionero en España, lkertze es un centro de investigación que persigue la formación estética del niño y su participación como actor.Los educadores de lkertze, que cuentan con la colaboración de pintores, escultores, escritores y compositores vascos, trabajan con los escolares con el objetivo común de "romper la absurda barrera que separa la escuela de la cultura". Una reciente exposición en el museo San Telmo de San Sebastián ha recogido una amplia colección de obras realizadas por los niños en los laboratorios Arteniño de Ikertze desde 1991.
"Queremos abrir las puertas de las escuelas al arte contemporáneo que, por la sencillez técnica de sus planteamientos, permite la participación del niño como creador", asegura Zuriñe Adrada, de Ikertze. Los niños, acompañados por sus profesores, reciben cinco sesiones anuales durante cuatro años en los laboratorios de Ikertze, que también asesora a los enseñantes para que continúen la formación en las aulas.
La vista y el oído
"Investigamos juegos que acercan al niño al mundo de los lenguajes artísticos
[sonoro-musical, visual y expresión dramática] comparados", señala Adrada. "Entendemos el arte como una herramienta para comprender el mundo, un medio para ser persona; no como adorno ni especulación".
La labor pedagógica de Ikertze se asienta en un hecho objetivo: el 94% de la educación que recibimos en una ciudad se procesa a través de la vista y el oído. "Trabajamos con los niños conceptos, como lleno-vacío o movimiento-quietud, que adoptan diferentes formas según el lenguaje que utilicemos", comenta la formadora. "Nosotros ponemos los materiales y los recursos técnicos al servicio de la improvisación y cada niño trabaja a su ritmo, no hay una meta, por lo que no existe sensación de fracaso".
Los niños se han sumergido en el mundo de los sentidos de Ikertze, donde buscan un OSNI (objeto sonoro no identificado); escuchan la música que se cuela entre las esculturas de Eduardo Chillida; hacen trampas con la literatura de la mano de la escritora Julia Otxoa, se inspiran en la pintura de Daniel Txopitea o experimentan con el karraxi de la compositora Sara Soto.
El resultado de esta piña artística entre los siete formadores de lkertze, 18 artistas vascos y escolares ha salido a la luz en una reciente exposición en el museo San Telmo de San Sebastián. Con el título de Juegos en la ventana la muestra reúne más de 600 obras cedidas por artistas profesionales junto a pinturas, esculturas, poesías visuales y otras expresiones artísticas realizadas por los niños.
Los materiales
Polispán, espaguetis pintados, tizas, fregonas y otros materiales dan cuerpo a las obras de los niños, que han realizado desde marionetas hasta catálogo del Homenaje a Francisco Escudero en la Quincena Musical de la ciudad pasando por carteles para los festivales de cine y de jazz de San Sebastián. "El niño tiene que participar en las actividades culturales de su ciudad", aseguran en lkertze.
La exposición se cierra con una serie de collages en los que los niños retratan a cada uno de los artistas que les han acompañado. Así, el escultor Jorge Oteiza se convierte en una "cara un poco dezordenada y mui rraro" para su retratista Sandra Otaegi, de 7 años. Juegos en la ventana, que está subvencionada por el Ministerio de Cultura, se trasladará en septiembre a Madrid y recorrerá Europa el próximo año. Junto a las obras, se difundirán también la pintura de David Vargas y Jonathan Soares, de 8 años, que ilustran la invitación a la muestra.
Según Ikertze, la iniciativa "ha sorprendido sobre todo por la capacidad de hacer de los niños".
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