La Unesco pide a Portugal que proteja los grabados rupestres de Coa

La Unesco ha recomendado al Gobierno portugués que suspenda provisionalmente las obras de construcción de un embalse en Vila Nova de Foz Coa, en el noreste del país, cuyas aguas anegarían un centenar de grabados rupestres de unos 20.000 años de antigüedad. La decisión del organismo internacional ha sumido en la perplejidad al Ejecutivo que preside el socialdemócrata Aníbal Cavaco Silva, que confiaba en alguna solución para hacer compatible la preservación del yacimiento con uno de sus mayores proyectos hidráulicos.Aunque la Unesco reconoce que la decisión final corresponde al Gobierno de Lisboa, le pide la suspensión temporal de las obras para que una comisión compuesta por arqueólogos e historiadores realice un estudio pormenorizado sobre los grabados que aparecieron en el valle del río Coa, un afluente del Duero. El organismo cultural recuerda que desde 1968 recomienda que los restos arqueológicos se mantengan en su lugar original, con lo que se rechaza el posible traslado de las rocas, descubiertas en 1993.

La Unesco señala que en los últimos 15 años han aparecido restos similares en algunas zonas de Francia y España (en las provincias de Segovia, Salamanca y Almería) pero ninguno de ellos es comparable al de Vila Nova de Foz Coa, perteneciente al Paleolítico Superior, con una antigüedad de entre 18.000 y 20.000 años.Indecisión

El Gobierno portugués esperaba compatibilizar la preservación del patrimonio con la construcción de una presa en la que ha gastado ya 15.000 millones de escudos (más de 12.000 millones de pesetas) y para la que tiene comprometidos suministros por un valor similar. De hecho, en un primer momento, el presidente del comité de arte rupestre de la Unesco, Jean Clottes, había señalado que los, grabados incluso podrían conservarse mejor sumergidos. Sin embargo, tras la visita de una comisión de expertos a la zona a principios de febrero, el organismo internacional ha optado por proponer que los restos formen parte de un museo al aire libre, la solución defendida siempre por la mayoría de los arqueólogos portugueses.

La delicada situación del Gobierno se evidenció ayer durante un debate en la Asamblea Nacional. El secretario de Estado de Cultura, Manuel Frexes, no supo explicar qué decisión tomará ahora el Gabinete, lo que suscitó duras críticas de los diputados de la oposición socialista, partidaria de paralizar las obras, quienes acusaron al Ejecutivo de "ineficacia e incompetencia". Frexes anunció que las autoridades portuguesas tomarán una decisión al respecto en un plazo de tres meses. El tiempo apremia al Gobierno de Cavaco ya que para el mes de agosto está prevista la construcción de las paredes del embalse Una vez completada esta fase de la obra, si no se cubre de agua e valle del Coa, la estructura de la presa podría venirse abajo.