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Clinton, muy satisfecho al no prosperar la enmienda del presupuesto equilibrado

Antonio Caño

El presidente Bill Clinton pudo disfrutar anoche de su primera gran victoria política desde que los republicanos controlan el Congreso: la derrota en el Senado de la enmienda para equilibrar el presupuesto, que es una de las propuestas centrales del Contrato con América defendido por la nueva derecha. La iniciativa obtuvo 35 votos en contra y 65 a favor, dos menos de los necesarios para reunir los dos tercios que se requieren en la Cámara alta para una enmienda constitucional.

La propuesta se quedó a un solo voto de la victoria. El voto negativo número 35 lo dio el promotor de la enmienda, el republicano Robert Dole, que tuvo que hacer eso en el último momento para, de acuerdo con la reglamentación del Senado, poder volver a someter en algún momento esta misma ley a votación. Dole dijo que tenía previsto replantear este debate el año próximo en el contexto de la campaña para las elecciones presidenciales."Han ganado Bill Clinton y un puñado de demócratas; ha perdido el pueblo norteamericano", declaró el senador republicano Orrin Hatch, uno de los principales defensores de la enmienda.

Bill Clinton compareció ante la prensa después de la votación para llamar a la colaboración entre ambos partidos para equilibrar el presupuesto. "Estoy dispuesto a trabajar con el Congreso para hacer mayores reducciones del déficit", dijo. Clinton añadió que la oposición "ha perdido demasiado tiempo con retóricas", y que no es necesario recurrir a la Constitución para un objetivo en el que todos coinciden.

Si la enmienda no obtuvo el suficiente respaldo fue porque algunos senadores demócratas tuvieron finalmente miedo de que haya que hacer demasiados recortes del gastó social, especialmente del dinero destinado a la seguridad social, para equilibrar obligatoriamente el presupuesto. "La enmienda no ofrecía garantías de que la seguridad social sería protegida", afirmó Clinton.

Un 71% de los norteamericanos se declara a favor de un presupuesto equilibrado, pero ese porcentaje no llega a la mitad cuando se les pregunta si para ello están dispuestos a reducir la seguridad social.

Todo el debate sobre este asunto se había politizado mucho en las últimas semanas. Para los republicanos, la enmienda es una forma de decirle al electorado hasta qué punto están decididos a recortar los gastos del Estado y el déficit público. Con esa enmienda en vigor, el déficit sería tan anticonstitucional como la violación de los derechos humanos. Pero es evidente que es muy difícil acabar con el déficit por ley. Si el Gobierno no presenta un presupuesto equlibrado es porque no puede.

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El déficit actual no es culpa de Bill Clinton, quien, de hecho, ha dado los primeros pasos hacia su reducción. Al déficit actual han contribuido tanto presidentes demócratas como republicanos.

Es muy probable que, aunque la enmienda hubiera sido aprobada, los próximos presidentes presentasen presupuestos deficitarios, simplemente porque no podrían hacerlo de otra forma sin drásticos cortes del gasto social. Así, esa obligación constitucional podría quedar tan incumplida como otras muchas que son inalcanzables.

Bill Clinton, que otras veces ha estado tan inclinado a buscar soluciones de compromiso, se mostró ahora desde un principio contrario a la enmienda, aunque partidario de la colaboración bipartidista para intentar reducir el déficit.

El principal promotor de esta idea, el presidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, ha calificado de "mentirosos" a algunos senadores demócratas a los que acusa de haber hecho campana en su día a favor de la enmienda, pero votar en contra después. La Cámara de Representantes ya aprobó el mes pasado la enmienda. Su derrota en el Senado es el revés más serio sufrido por el programa republicano desde la espectacular victoria de la oposición en las elecciones legislativas del pasado mes de noviembre.

Objetivo:Corea

La mayoría republicana en el Capitolio refuerza su ofensiva contra los acuerdos entre EE UU y Corea del Norte destinados a controlar el desarrollo nuclear del país asiático. El senador Mitch McConell sugiere que el secretario de Estado engañó al Congreso al no revelar los desvíos del combustible enviado a Corea del Norte para producir energía que el Gobierno de Pyonyang empleó para usos industriales.Mitch McConell, reveló ayer The Washington Post, ha enviado una carta a Christopher en la que dice que las profundas dudas sobre la sinceridad del Gobierno ponen en peligro el proceso de dotación de fondos para poner en marcha los acuerdos con Corea.

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