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El ministro de Defensa holandés pide la dimisión temporal de Claes para no perjudicar a la OTAN

Xavier Vidal-Folch

El antiguo jefe de gabinete de Willy Claes cuando éste (hoy secretario general de la OTAN) era ministro de Economía de Bélgica fue llevado a prisión en la pasada madrugada tras prestar declaración ante el juzgado de Lieja que investiga las comisiones ilegales del caso Agusta. Los embajadores de los 16 países miembros de la OTAN aceptaron ayer al mediodía las explicaciones de Claes, según las cuales no está implicado en el escándalo de los helicópteros. Pero el ministro de Defensa holandés pidió su dimisión temporal para no perjudicar a la Alianza Atlántica.

Johan Delanghe fue consejero de Claes durante largo tiempo, desde 1978 hasta que al acceder éste al Ministerio de Economía le acompañó como jefe de su gabinete. últimamente venía desempeñando la secretaría general de la Administración autonómica flamenca para Asuntos Económicos y Empleo, y presidía la compañía CGR. Como jefe de gabinete de Willy Claes fue en 1988 el responsable del expediente del concurso para la compra de 46 helicópteros militares.Este contrato se conoce como caso Agusta, porque con ocasión del mismo la adjudicataria pagó una comisión ilegal (200 millones de pesetas) al tesorero del Partido Socialista Flamenco (SP), Étienne Mangé. El contrato ascendía a un monto de 50.000 millones de pesetas para 46 helicópteros, y fue firmado en diciembre de 1988, cuando el hoy secretario de la OTAN era ministro de Economía.

Interrogado hace un año por la juez Véronique Ancia, el antiguo colaborador del político belga volvió a prestar declaración anteanoche, y tras ella le fue decretada prisión en aislamiento, pero no han trascendido los cargos. Delanghe declaró que, en su calidad de responsable del expediente, tuvo un contacto telefónico el 18 de noviembre de 1988 con la firma italiana Agusta, tras el cual ésta mejoró su oferta y se adjudicó el concurso. Ese mismo día la intermediaria utilizada para las comisiones hacía efectiva la as tilla de 50 millones.

Ayer, cuando aún no se conocía públicamente esta quinta detención del caso, los embajadores de la OTAN mostraban, por segunda vez en su reunión semanal, el apoyo a Claes tras las manifestaciones del vicepresidente de EE UU, Al Gore, alabando la "excelente dirección" que desarrolla en la Alianza Atlántica.

Fuera de la sede de la OTAN, el ministro de Defensa holandés, Joris Voorhoeve, se mostró preocupado porque "cuanto más dura este asunto, más perjudica a la OTAN", manifestó en La Haya. Si la investigación no aclara la posición del político belga a corto plazo, Voorhoeve es partidario de que "Claes tome distancia y renuncie temporalmente a sus funciones para poder demostrar que no está implicado", lo que, según el ministro, "podrá hacer".

El ministro holandés manifestó: "No podemos permitirnos el lujo de que la OTAN se debilite porque su jefe tiene otras cosas en las cabeza". Daba así un paso más que su colega de Exteriores, Hans Van Mierlo, quien recientemente opinó que Claes está "en una posición vulnerable" pero que su permanencia al frente de la OTAN no se pondría en cuestión salvo que se demostrase que había cometido errores.

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No hay implicación

En su almuerzo semanal con los embajadores de los 16 países miembros, Claes repitió ayer lo que había explicado a la juez Véronique Ancia en la tarde del lunes en una declaración a petición propia: que no está implicado en absoluto en el caso Agusta. Claes argumentó que la reunión en que el tesorero del partido, Étienne Mangé (hoy encarcelado), le informó a él y a otros dirigentes del SP de que la compañía italiana fabricante de los helicópteros ofrecía comisiones, se celebró en enero de 1989, mientras que el contrato fue firmado el 8 de diciembre de 1988. A diferencia de lo que había explicado a los embajadores la semana anterior -que no sólo no estaba implicado sino que no sabía nada de nada-, Claes reconoció que sí sabía algo, lo que había comentado Mangé en la reunión de 1989.

Los embajadores endosaron la explicación, mientras que círculos de la OTAN atribuían la posición solitaria de La Haya a su interés porque un holandés ocupe la poltrona de Claes. Primero propusieron al comisario Hans Van den Broek y ahora hacen circular el nombre de Ruud Lubbers.

Del Mediterráneo al Atlántico

La opinión dominante en la sede de la OTAN es que Willy Claes, pese que el asunto le hace pasar un mal trago (y a sus colegas) "sigue desempeñando" su trabajo interno y externo -salvo las conferencias de prensa- sin disminuir el ritmo.Ayer mismo, Claes presentó el informe escrito sobre los contactos que había realizado con Túnez, Israel, Mauritania, Marruecos y Egipto como inicio de la "nueva política mediterránea" de la OTAN. Pese a la fatal presentación inicial de la misma, ligándola al peligro del fundamentalismo islámico, esta política ya ha echado a andar. Los cinco países consultados se mostraron favorables al diálogo, si bien en distintos grados: algún embajador, como el egipcio, pidió tiempo para evacuar consultas.

Concluida esta parte de la tarea y acosado por el caso Agusta -cuyo seguimiento aumenta en la opinión, pues los ciudadanos belgas se enfrentan a una convocatoria de elecciones generales para el 21 de mayo-, Claes inicia hoy un viaje oficial de nueve días a Estados Unidos y Canadá, que Washington no ha aplazado "porque eso habría sido condenarlo sin juicio", según fuentes diplomáticas.

Además, los países anfitriones esperan que el coste de imagen sea menor, puesto que el secretario general de la OTAN no tendrá que enfrentarse a una avalancha de periodistas belgas. Caso diferente al de la comparecencia del lunes pasado. La conferencia de prensa en la sede de la OTAN, a las afueras de Bruselas, había sido anunciada como una comparecencia conjunta del vicepresidente estadounidense, Al Gore, y de Willy Claes. La iniciativa de no participar partió del propio Claes, pero fue recibida con un suspiro de alivio por la delegación norteamericana.

La visita empieza en Canadá, donde Claes permanecerá hasta el viernes. El secretario general de la OTAN se entrevistará en Otawa con el primer ministro, Jean Chrétien; el secretario de Estado para Asuntos Exteriores, André Ouellet, y el ministro de Defensa, David Colenette. Y en el Empire Club de Toronto pronunciará una conferencia sobre La OTAN transformada, al servicio de Canadá.

Después, acudirá a EE UU, donde permanecerá hasta el 9 de marzo. Claes se reunirá con el presidente Bill Clinton, el secretario de Estado, Warren Christopher, y el de Defensa, William Perry, así como con distintos comités del Senado y la Cámara de Representantes y con el presidente de éste, Newt Gingrich.

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