Inquietud en la OTAN por la implicación de Willy Claes en un caso de corrupción
El secretario general de la OTAN, Willy Claes, atraviesa uno de los momentos más delicados de su carrera política. Su implicación en el escándalo de las comisiones ilegales pagadas al Partido Socialista Flamenco, del que era dirigente, por el fabricante italiano de helicópteros militares Agusta en 1988, cuando era ministro de Economía de Bélgica, ha sembrado la inquietud en el cuartel general de la Alianza Atlántica. Ayer, el ministro de Exteriores holandés, Hans van Mierlo, en la primera declaración de un país aliado sobre el caso, subrayó que "Claes se encuentra en una situación vulnerable", y la oposición belga exigió su dimisión para que "la justicia pueda actuar libremente".Fuentes de la Alianza manifestaron que Claes, que había recibido el respaldo total de los embajadores de la OTAN a principios de esta semana, no estaba en una situación de peligro inminente pero que existía la preocupación porque el caso distrajera la atención en un momento crucial para las relaciones Este-Oeste. "No le han dado bajo la línea de flotación... todavía", dijo una fuente diplomática de la OTAN, que añadió que los Estados miembros aún conceden al Partido Socialista Flamenco el beneficio de la duda.
Las mismas fuentes subrayaron el "poco edificante espectáculo" de ver a la principal figura de la OTAN relacionada con un escándalo de corrupción, lo que vuelve a levantar dudas sobre su idoneidad para este cargo. Claes ha hecho pocos amigos desde que en octubre llegó a la Secretaría General de la OTAN y ha sido acusado de ser excesivamente testarudo.
Pese a que el miércoles admitió tener conocimiento del pago de las comisiones ilegales a cambio de la compra de 46 helicópteros de combate por parte del Ejército belga, algo que sistemáticamente había negado, Claes ha asegurado que no piensa dimitir. Expertos en derecho internacional ya se han apresurado a indicar que Claes no goza de inmunidad diplomática salvo para sus actuaciones como máximo responsable de la OTAN, pero no para "sus asuntos privados" y menos por actividades anteriores a su llegada a la Alianza.
El primer ministro belga, Jean-Luc Dehane, ha pedido que "se esclarezca lo más rápidamente posible" el caso de las comisiones ilegales y añadió que "no puede poner la mano en el fuego" sobre su propio partido, el Socialcristiano Flamenco, actualmente en el Gobierno, en coalición con el Partido Socialista Flamenco.
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