La caída de la lira debilita más al Gobierno italiano y refuerza la probabilidad de comicios anticipados en junio

El primer ministro italiano, Lamberto Dini, que creía haber alcanzado tres de los cuatro objetivos con los que nació su Gabinete, entabló anoche un diálogo decisivo con los sindicatos para abordar la última dé sus tareas, la reforma del sistema de pensiones, pese a la convicción extendida de que no podrá llevarla a cabo. La provisionalidad del Gobierno de tregua, unida al hecho de que su política no consigue devolver la estabilidad a la lira, refuerzan la opinión igualmente generalizada de que habrá elecciones generales en junio.El mismo Massimo D'Alema, secretario del Partido Democristiano de la Izquierda (PDS), y partidario de que se voté en octubre, parece admitir esa posibilidad cuando propone que se celebren primero las legislativas y luego las elecciones para una asamblea constituyente responsable de reformar las instituciones a la luz del nuevo sistema electoral mayoritario.

La propuesta de crear esa segunda asamblea para la reforma del sistema ha sido bien acogida e n las filas del centro-derecha, donde Silvio Berlusconi sigue presionando para que las elecciones se celebren en junio. Cada día denuncia que "la traición de Bossi", el líder de la Liga, ha des legitimado al Parlamento.

El nuevo aliado de Berlusconi, Rocco Buttiglione, secretario del Partido Popular Italiano (PPI) y el denostado Bossi son los más empeñados en aplazar el voto por lo menos otros 12 meses. Se trata también de los dos líderes que más pueden dudar sobre las posibilidades electorales de sus partidos.

Pero es la debilidad de la lira, que la semana pasada perdió terreno incluso frente a la peseta., el factor que más empuja hacia las urnas, ya que indica que un Gobierno provisional como el de Dini difícilmente podrá dominar los mercados.

El Gabinete de tregua tiene, por otra parte, ya asegurados dos de sus cuatro objetivos. La semana pasada presentó un proyecto de regulación del uso de los medios de información en campaña electoral. El Parlamento aprobó anoche la nueva ley electoral regional, el segundo objetivo de Dini, con le respaldo de los partidos de izquierda y de centro y la abstención de los seguidores de Silvio Berlusconi.

De los contactos iniciados ayer con los sindicatos, depende el plan de ajuste financiero, tercer objetivo, y la reforma de las pensiones. El plan será probablemente aprobado esta misma semana. Es muy posible que la reforma de las pensiones no pueda llevarse a cabo, pero esa perspectiva dificulta que la vida del Gobierno Dini pueda prolongarse sólo por ese objetivo.

La reorganización de las fuerzas políticas con vistas a las elecciones se acelera, aunque entre Forza Italia y Alianza Nacional (AN) hayan surgido, por prime ra vez, diferencias en torno a la reforma del sistema electoral re gional. Forza Italia, que puede temer el resultado de los comicios, hubiera preferido posponer la reforma, y por tanto las elecciones regionales, hasta después de las generales.