Una mujer dulce y tranquila

No luce su larguísima y tirante melena rubia que ha hecho famosa al lado de su ex novio, John John Kennedy, el atractivo hijo del presidente asesinado. A sus 34 años, esta actriz, nacida en una familia burguesa de Chicago, que ha preferido para Two much un corte de pelo sobre los hombros, hace gala de una gran personalidad. Aunque ya advirtió que no deseaba hablar con periodistas, no pone pegas a que le fotografíen, en el set e, incluso, cuando le advierten que el fotógrafo pertenece a un importante diario español, posa haciendo cucamonas junto a Danny Aiello.Aguanta con estoicismo la pesadez de los retoques continuos de maquillaje y, peluquería y, aunque apenas conocía a Antonio Banderas, producto de un rápido encuentro anterior, no pierde en ningún momento la sonrisa, y establece con él una buena relación dielante y detrás de las cámaras.

No parece tener esos problemas de comunicación que dicen tuvo de pequeña arrastrando algún tipo de autismo que la aislaba de la gente de su entorno. No es estruendosa, sino tranquila, pero ríe y hace bromas después de besar una y otra vez los labios de Banderas durante el rodaje de la escena. Incluso le limpia, atenta, la comisura de la boca del leve carmín con que le han maquillado y con el que ensucia al actor español.

Para la actriz de títulos exitosos como Splash, Blade runner, Peligrosamente juntos, Wall Street o Memorias de un hombre invisible, su aparición en Two much supone, como para todos los actores norteamericanos, su primera participación en un fílme español. Y aunque nos quedamos con las ganas de conocer su opinión y sensaciones ante este nuevo proyecto, hacemos partícipes de lo que dicen de ella los que la conocen. "Daryl Hannah es todo bondad" dice Trueba. "Es de una gran dulzura", repiten casi al unísono las dos hermanas Huete, Cristina y Angélica.