Tronio y trapío

Muchos se preguntaban por qué las hijas gemelas de Manuela Vargas -dos preciosidades rubias- habían escogido la carrera de modelos en vez de la del baile de su madre. Ayer se supo la respuesta. La Vargas, además de. ser la gran dama de la danza flamenca, ha resultado ser una excelente y vital modelo. Su actuación, acompañada por el top model Cameron (una mezcla exótica de madre inglesa y padre persa), hacían una explosiva pantomima del chulo y su querida, Cameron portaba un chihuahua y ella arrastraba un falso visón hasta los pies. La presencia de Cameron elevó notablemente el nivel y la temperatura del desfile.. Cameron no sólo actuó sino que también interpretó. Entraba a las modelos representando el papel de ligón callejero que utiliza el piropo borde para impactar. Su atuendo, que rozaba el kitch barriobajero, fue reconvertido por Verino en un sofisticado estilo urbano.Tras el impacto conseguido con Cameron, Roberto Verino anuncié su propósito de dedicarse en serio a la moda masculina. Manuela Vargas, con paso breve y mano de diosa, no se cortó junto al divo, y arrancó la más sincera y profunda ovación de la jornada. Si Cameron tiene el trapío de un toro de lidia, Manuela Vargas tiene el tronío de una gran bailaora.