Dimite el gobernador de Chiapas para facilitar la paz

El presidente de México, Ernesto Zedillo, dio instrucciones al Ejército y a la policía ara que no realicen ninguna acción que pueda provocar enfrentamientos armados en Chiapas con la guerrilla zapatista. Al tiempo, el gobernador de ese Estado y, miembro del gubernamental Partido Revolucionario Institucional, Eduardo Robledo, presentó su renuncia al puesto que había asumido hace poco más de dos meses, después de unas polémicas elecciones. "Por la paz abandono mi cargo", afirmó el dimisionario. La oposición exigió esa dimisión desde el principio.

Robledo, que dejó temporalmente su militancia al llegar a la gobernatura, señaló: "Es el momento de que todos demos todo por Chiapas". Su renuncia era una de las condiciones exigidas por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) para iniciar el diálogo con el Gobierno. Ni la guerrilla zapatista ni los grup9s de oposición de izquierda, encabezados por el Partido de la Revolución Democrática, reconocieron nunca su triunfo, que tacharon de fraudulento.Adjudicándose una victoria que no pudo probar, el candidato de la oposición, Amado Avendaño, decidió formar un "Gobierno de transición en rebeldía" y declaró una campaña de resistencia civil que al gobernador oficial nunca pareció importar demasiado.

En su discurso de renuncia, el hasta ahora gobernador oficial pidió el mismo gesto a Avendaño, a quien rogó que abandone "sus ambiciones personales", al obispo de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz. "Le pido que renuncie a sus actividades actuales y que dé una muestra inequívoca de que su verdadero interés es el de Chiapas y el de los chiapanecos", dijo referiéndose al prelado.

Robledo, por precepto legal, ha solicitado "una licencia" por 11 meses ya que si fuera por doce meses implicaría una renuncia, según la Constitución. Durante este tiempo ocupará el cargo Julio César Ruiz Ferro, elegido ayer por el Congreso local. Ruiz Ferro era hasta ahora representante del gobierno de Chiapas en la ciudad de México. Una vez transcurrido este periodo se convocarán elecciones. El Gobierno chiapaneco, en cambio, seguirá por tratarse de un grupo "plural" que ha iniciado "cosas inéditas" en el Estado.

La retirada de Robledo, algo que ya estaba previsto desde hace tiempo, se produce en un momento en que el Gobierno tiene la sartén por el mango en el conflicto de Chiapas. El Ejército ya controla buena parte del territorio zapatista, y ahora viene el momento de abrir la mano: a la renuncia de Robledo, que puede considerarse una señal en est e sentido, siguió ayer un discurso presidencial en el que Zedillo pide al EZLN que "manifieste con claridad su intención de optar por la vía política y legal para arribar a una solución justa, digna y definitiva".

"El Ejército no emprenderá ninguna acción ofensiva y se limitará al patrullaje para prevenir actos de violencia", precisó el presidente mexicano. Zedillo hizo este anuncio en el curso de un encuentro con representantes indígenas del país, a los que reiteró que la ofensiva librada contra el EZLN en la selva chiapaneca ni ha incluido acciones de guerra ni ha atentado contra los derechos humanos. El presidente desafió a quienes le acusan de lo contrario y anunció que solicitará a diferentes comisiones de derechos humanos que verifiquen lo ocurrido.

Zedillo aprovechó esta reunión con indígenas, que se celebró. a primera hora de la mañana en el Palacio Nacional, para asegurar: "En Chiapas no permitiremos el retorno a conductas de prepotencia, revanchismo y abuso que lastimaron las condiciones de vida de hombres y mujeres y que ofendieron especialmente la dignidad de los indígenas".

También reveló el presidente que hoy pedirá al Parlamento un periodo extrordinario de sesiones para que se debata una ley de amnistía dirigida a todos aquellos guerilleros del EZLN "que opten por la vía política y depongan las armas". El presidente mexicano no precisó si está amnistía incluye también a los cabecillas del EZLN que están actualmente en busca y captura, entre ellos el subcomandante Marcos.