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Un matadero en la selva amazónica

Soldados peruanos y ecuatorianoscombaten por el puesto fronterizo de Tiwintza

Juan Jesús Aznárez

El helicóptero de combate peruano sobrevuela como una flecha las estribaciones de la cordillera del Cóndor, roza las copas de los palmerales con el morro en embestida y elude por una quebrada la centinela de los misiles ecuatorianos apostados en las cumbres y lomas de la divisoria en armas. El servidor de la ametralladora de popa atisba como un lince las alturas enemigas y engatilla el índice hasta que la nave, un MI-17 con dos rosetas de cohetes en sus flancos, se posa panzuda en el Puesto de Vigilancia Número 1, a cinco kilómetros de Tiwintza, el matadero amazónico más activo en la frontera que disputan los ejércitos de Perú y Ecuador. "Me moví en rasante para llegar vivos", tranquiliza el piloto a un pasaje con los ojos fuera de las órbitas.Con barba de varios días, el comandante del Puesto de Vigilancia Número 1, Manuel Lasarte, recibe junto a la escotilla del aparato, de fabricación rusa, al primer grupo de corresponsales extranjeros que, por el lado pe ruano, accede al ojo del huracán bélico de los 78 kilómetros de selva aún por amojonar en el Protocolo de Río de Janeiro de 1941. Varias explosiones de madrugada, que sonaron muy lejanas en la base de helicópteros donde pernoctamos, parecieron confirmar la lacónica bienvenida de Lasarte en el nuevo mediodía de un conflicto empantanado diplomáticamente en Brasilia, y cruento todos los días entre las trochas, los barrancos y el fango de una espesura impenetrable. "Hace pocas horas que nos bombardearon. Es fuego de hostigamiento". Muy cerca de los cuatro barracones de tronco y bambú de un destacamento que iza bandera peruana, seis cráteres de dos metros de ancho -por uno de profundidad indican el impacto de los obuses disparados con morteros de 120 o con piezas de artillería emplazadas muy cerca. "Aquí estamos en territorio del Perú. El navegador no engaña. Es importante que todos sepan que estamos siendo agredidos. Miren ustedes: 3 grados, 32 mi nutos y 15 segundos de latitud Sur y 38 grados, 17 minutos y 56 segundos de latitud Este".Infierno verde

Desde la ventanilla del helicóptero, sobrevolando cimas que quitan el hipo, escarpaduras abismales, bosques sin espacio para más árboles y cuencas perdidas entre tanto verde, el general Daniel Mora comenta: ¿Cree usted que en un terreno así es posible evitar algunas infiltraciones ecuatorianas? No parece fácil. Esta orografía, impresionante y hermosa a vista de pájaro, es de espanto cuando los pelotones se adentran por ella embarrados hasta la rodilla y avanzan de costado abriendo senda a machetazos. "A las tres de la tarde es como la noche, todo negro y húmedo; no vemos nada", explica un soldado de 21 años, cruzado el pecho con dos cananas y en bandolera el fusil de asalto FAL. Este infierno selvático, que favorece a los ecuatorianos en Tiwintza, pues se atrincheran en las alturas fortificadas, decide el ritmo de las operaciones militares y se traga también hombres y recursos. El general VIadimiro López Trigoso, jefe de la Quinta Región y ejecutor de sus operaciones militares, insiste: "Nuestros hermanos ecuatorianos tienen que cumplir el Protocolo de Río. No podemos volver a la ley de las cavernas. Ahora todavía están en Tiwintza, que nos pertenece, pero pronto los sacaremos".

,Apaciguado el frente a lo largo de la divisoria establecida hace 54 años, en este tramo sin mojones se libran combates cuya dureza atestiguan las camillas y patrullas que necesitan 24 horas para salvar cien metros de jungla. Perú asegura que cayeron Cueva de los Tallos y Base Sur y sus invasores fueron expulsados; Ecuador lo niega y canta victoria. Testimonios de oficiales y soldados en ésta y la otras avanzadillas visitadas perfilan partes castrenses más imprecisos: no parece acertado hablar de victorias o derrotas definitivas en un teatro de operaciones tan accidentado, laberíntico y tramposo. "Es cierto que desalojamos Cueva de los Tallos y Base Sur, pero ellos contraatacan y a veces tenemos que retroceder tácticamente para asegurar su control", admite un oficial.El mayor de infantería Jorge Matalla, jefe de comandos, dice por su parte: "Llevaban mucho tiempo preparándose y no lo han hecho mal. Pero el triunfo es, nuestro. Es cuestión de tiempo. En una guerrra abierta los barremos, pero no queremos que haya una carnicería. Nuestra inten- ción es que se den cuenta de que están rodeados y desalojen Tiwintza se protege con una cadena de diez cerros batida regularmente por la artillería de los veloces MI-25, helicóperos de fuselaje blindado, una proa que semeja las fauces afiladas de un caimán y un variado arsenal en los alerones. El disparo curvo de los morteros, asentados en los colchones de engrudo de las faldas, machaca una posición difícilmente conquistable al asalto. Los ecuatorianos minaron sus accesos con explosivos de control remoto, sembraron de pequeñas bombas plásticas los corredores de entrada y se ocultan de la aviación en refugios de cemento y casamatas construidas con troncos, abiertas muchas entre las raíces de poderosos cedros y caobas.Se lucha en anillos y el abastecimiento es difícil, más para los peruanos, cuyos buques deben navegar durante cinco horas por el Cenepa para trasladar los suministros de envergadura. "Son unos traidores. A veces se chupan (esconden) gritando que no quieren la guerra. Lo que pretenden es que los sigamos y pisemos así las minas soltadas en la trocha cuando huyen". La fuerte resistencia en Tiwintza, que se ayuda con túneles para sorprender por la retaguardia la la infantería peruana, y las constantes acometidas de los batallones de Lima para expugnar esta posición concentran el fuego más intenso de una contienda cuya generalización sería desastrosa. '7enernos que sacarlos de esos. escondrijos con bombas conejeras de 200 o 300 kilos", propone un aviador de MI-25. El abejorro, de caqui y verde oliva, parece aguardar, impaciente, la orden de partida.

Fujimori admite que Ecuador ha derribado tres aviones peruanos

El presidente peruano, Alberto Fujimori, confirmó ayer que la artillería ecuatoriana ha abatido dos cazas de combate Shukoi y un bombardero A-37 que participaban en las operaciones militares contra la posición de Tiwintza. También se perdió un helicóptero, posiblemente al estrellarse contra un cerro en vuelo rasante para evitar ser detectado por el enemigo.En una conferencia de prensa con periodistas extranjeros, el presidente aseguró que la ' s fuerzas peruanas controlan las colinas más importantes de la cadena montañosa que rodea el destacamento de Tiwintza, pero admitió que el conflicto fronterizo atraviesa "una situación delicada".

Las negociaciones diplomáticas de Brasilia avanzan poco -ayer quedaron nuevamente interrumpidas, a pesar de las nuevas propuestas ecuatorianas- y la intervención de una fuerza disuasoria de los cuatro países que avalaron el Protocolo de Río de Janerio no parece entusiasmar al gobernante: "Dentro del protocolo no está establecido que intervengan fuerzas de los países garantes, pero puede haber un acuerdo entre las partes y los países garantes".

Fujimori, que cifró en 36 muertos y 60 heridos la bajas peruanas -Ecuador sólo reconoce 9 muertos y 34 heridos graves-, negó la posibilidad de que las Fuerzas Armadas de su país estudien una invasión a gran escala de Ecuador.

Fujimori insistió en que Ecuador fue la nación agresora, al infiltrarse sus tropas en suelo ajeno con la intención de quedarse, y subrayó que el interés fundamental de su país no es tanto un alto el fuego inmediato como acordar los términos de una paz duradera mediante la separación de las respectivas unidades.Salida al Amazonas

"Primero separemos a las tropas, porque si continúan mezcladas puede haber nuevos riesgos de confrontación" dijo. Al comentar la reclamación ecuatoriana de disponer de una salida propia al Amazonas, declaró que Perú está dispuesto a permitir esa navegación en un proceso de normalización política y dentro de la integración regional.

ujimori aseguró que las elecciones se efectuarán en la fecha prevista, en abril: "Hemos vivido 12 años de guerra interna, con el terrorismo por todas partes, y nunca hemos postergado unas elecciones. Ahora tampoco. Además, en la zona de conflicto no hay muchos votantes". Su exesposa, Susana Higuchi, llegó ayer a la zona de combates para saludar a los soldados peruanos.

Avanzan entre mosquitos y gusanos

El soldado de caballería Justo Alvarado, de 20 años, herido por esquirla en una pierna, recuerda el avance de su patrulla' por Cueva de los Tallos hacia Base Sur y el seguimiento de la manta blanca, una espesa nube de mosquitos que surge al alba desde las brumas fluviales y diezma en picado los regimientos. "Avanzábamos y avanzábamos hasta encontrarnos con los ecuatorianos en un río. Posiblemente eran unos 30, como nosotros. Dispararon y respondimos con el fusil a unos 50 metros. La balacera fue muy fuerte. Uno lanzó una granada de mano y me alcanzó la metralla". Justo Alvarado subraya que se mantuvo la posición durante dos o tres días,, "pero como se nos acabaron los víveres tuvimos que regresar".Jesús Cuenca, de 119 años, dice que esta selva siempre está húmeda y no es posible la sequedad porque llueve y llueve y latupida vegetación cierra el paso a los rayos del sol. Las marchas se efectúan por zancudos, árboles de 30 metros de altura, y una flora, y fauna que incluye. especies todavía sin clasificar. "A los nueve días sin. quitarme. las botas por entre tanto barro, se me abrió una gran herida en la planta del pie. Cuando me di cuenta tenía ya gusanos". Los soldados cargan mochilas con pastillas para desinfectar el agua del río, una manta, bengalas, y varias raciones de comida con un sobre de polvos de naranja, té, una lata de leche condensada, y tres más de albóndigas, frijoles, sardinas o legumbres. Se arman con un cuchillo, 200 balas, y una granada antiaérea adaptable a la bocacha del fusil.

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