Gobierno y CiU negocian un acuerdo que afecta a los Presupuestos de 1996

El Gobierno y Convergència i Unió (CiU) negocian el contenido de una moción, con el horizonte programático de un año, que votarán conjuntamente durante el debate sobre el estado de la nación, los días 8 y 9 de febrero. La moción incluye las líneas generales de los Presupuestos para 1996 y pretende ampliar el horizonte de la actual legislatura al menos hasta la primavera de 1996. El Gobierno pretende atraer al PNV a esta negociación, pero los nacionalistas vascos se muestran remisos, y se sienten postergados con respecto a CiU.

El Gobierno y los nacionalistas catalanes quieren aprovechar el debate sobre el estado de la nación para reafirmar la actual estabilidad parlamentaria, y así ofrecer un panorama legislativo sin las incertidumbres que han caracterizado el periodo de pactos específicos entre ambos. partidos.El vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, hizo ayer dé la necesidad virtud y defendió que el próximo debate parlamentario se ajusta mejor a las actuales necesidades políticas que la cuestión de confianza. A su juicio, ésta última mostraría, una crisis parlamentaria que no existe, mientras el debate permite a todos los partidos plantear los asuntos que consideren oportunos. "Es un formato más abierto", señaló Serra.

El ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el presidente del Grupo Parlamentario Socialista, Joaquín Almunia, negocian a dos bandas: con CiU y PNV. Las bases del diálogo con el portavoz de CiU, Joaquim Molins, ya se han establecido: reducción del déficit público, reformas estructurales, profundización en la corresponsabilización fiscal autonómica objetivos de la presidencia española en la UE y la ley de financiación de partidos (ver EL PAÍS del pasado miércoles).

Sin embargo, las negociaciones con. el PNV se presentan sombrías. El portavoz del PNV, Iñaki Anasagasti, expresó ayer su sentimiento de marginación y aseguró a este diario que Serra notificó al presidente del PNV, Xabier Arzalluz, la fecha de celebración del debate el martes, sólo una hora antes de comenzar la reunión de la Junta de Portavoces del Congreso. El portavoz del PNV dijo que no va a acudir el próximo lunes a una reunión promovida por Almunia, y expresó su malestar por haber sido convocado por fax. Para Anasagasti, la falta de sensibilidad del PSOE hacia el grupo vasco "no es de recibo" y dijo que no tienen "vocación de comparsa".

Anasagasti confirmo que Pérez Rubalcaba y Almunia han contactado con él para negociar su apoyo a la moción, pero expresó su frialdad ante la oferta del Gobierno por desacuerdos con algunos aspectos programáticos como la ausencia de una política industrial activa, el incumplimiento de los acuerdos sobre infraestructuras y de la transferencia del personal de la Administración Judicial, y el

carácter antiautonómico" de la Ley de Telecomunicaciones.

Sería aseguró ayer que el Ejecutivo "no eludirá ningún tema" en el debate, en clara referencia a los GAL. Mantuvo sobre este tema una discusión con él portavoz socialista de la Comisión de Justicia, el independiente Ventura Pérez Mariño, que le reprochó que la comunicación del Gobierno no hacía referencia a los GAL.