La SGAE crea una oficina destinada a exportar la música española
La labor de exportación de la música española no se detiene en este Midem de Cannes. Teddy Bautista, vicepresidente de la Sociedad General de Autores Españoles (SGAE) anunció ayer que la OEME (Oficina de Exportación de Música Española), un proyecto del que se viene hablando desde hace años, verá la luz en el curso de 1995. Mientras tanto, son 25 millones los que se dedican durante estos días a la potenciación de los artistas españoles en el Midem.Tres son las fuentes económicas de las que se nutre la representación española en el Midem: la Sociedad General de Autores, que aporta 12 millones; el Ministerio de Cultura (ocho millones) y las compañías discográficas (cinco millones). Este presupuesto permite que siete grupos o artistas españoles puedan actuar en Cannes. Eso sí, renunciando a cobrar su caché.
Pero la labor de exportación de la música española se verá relanzada este año con la colaboración del Ministerio de Comercio. "La cuestión es que este ministerio ponga una infraestructura y ayude a exportar discos como lo hace con las aceitunas", dice Teddy Bautista. Los términos en que se produzca la cooperación del Ministerio de Comercio están aún por definir. "Tal vez se opte por una línea de créditos blandos para la exportación", declara el vicepresidente.
52 artistas
Con un día de retraso llegaban ayer al puesto de la Sociedad General de Autores en el Midem los discos compactos con los que se pretende dar a conocer la música española en el extranjero. 52 artistas están. incluidos en los tres editados: uno de pop, otro de rock y uno de raíces. Artistas como Mission Hispana, Medina Azahara y Pata Negra forman parte del pelotón de embajadores musicales españoles.
La actividad en el Midem sigue siendo incesante. El ministro de Cultura francés, Jacques Toubon, pronunció ayer un encendido discurso en defensa del rock y del rap, mientras que por la no che Johnny Hallyday actuó en la sala Palm Beach para presentar un disco en inglés: The rough town show. Esta estrella de la música francesa, con 80 millones de discos vendidos en 34 años, re aparece a los 51 años de edad y después de tres de silencio.
Entre tanto, las conferencias y debates se suceden en el Midem. Ayer por la tarde, varios ejecutivos de compañías discográficas debatieron acerca de la moralidad de la producción de artistas prefabricados y de la posibilidad de fabricar éxitos como si de salchichas se tratara. Y el lunes se debatió sobre el asalto de las multinaciones a los países del Este para grabar con las grandes orquestas europeas o comprar extensos catálogos, siempre a precios de saldo.
La revista francesa de música clásica Repertoire puso sobre la mesa, el caso del sello discográfico ruso Melodiya, de propiedad estatal, y de otros tantos de países del Este, que han pasado a manos de las multinacionales.
Babelia
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