Polémica en EE UU sobre el 50º aniversario de la bomba de Hiroshima
La guerra de la bomba atómica sigue abierta y está a punto de cobrarse una nueva víctima. La presión de las asociaciones de veteranos para corregir el guión de la exposición que debería conmemorar el 50º aniversario de la explosión de Hiroshima está poniendo el proyecto en peligro. Los veteranos de la Legión Americana y otros grupos, que ya consiguieron en otoño eliminar fotos de víctimas japonesas de la explosión atómica y rectificar la revisión de la tesis oficial de que la bomba fue necesaria para acabar la guerra en el Pacífico, siguen descontentos y sus quejas son respaldadas en el Congreso.
Uno de los puntos no negociables para la Legión Americana es la rebaja en la estimación oficial del número de víctimas que habría habido en caso de que una invasión de Japón hubiera sustituido al lanzamiento de las bombas. Desde el otro lado de la trinchera se lanzan acusaciones de censura.
La Smithsonian Institution, de la que depende el Museo del Aire y del Espacio -donde se organiza la muestra-, ha rechazado la dimisión del director del museo, solicitada por 81 congresistas, y sigue adelante con sus planes, pero podría disminuir considerablemente el tamaño de la exposición, que debería inaugurarse en mayo. Una de las posibilidades es reducir la exhibición al Enola Gay restaurado (el avión desde el que se lanzó - la bomba sobre Hiroshima el 6 de agosto de 1945), junto a fotografías y datos sobre la misión.
Newt Gingrich, nuevo presidente de la Cámara de Representantes, confió la semana pasada en que se organice una exposición "mucho más reducida y de la que nos podamos sentir orgullosos todos, y no un juguete de ideólogos izquierdistas".
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