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Interior cree que una dura rama juvenil domina en ETA

Un sector duro, compuesto en su mayoría por jóvenes radicales, ha conseguido imponer en ETA sus tesis favorables a incrementar los atentados, según el análisis que expertos policiales vienen realizando desde hace varios meses. Éstos consideran que en la organización hay cierto descontrol, lo que explicaría la realización "precipitada" y "visceral" de algunas de las últimas acciones.El estudio de los documentos interceptados a ETA revela una clara tendencia a "golpear duro", no sólo a miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado o del Ejército, sino también a dirigentes políticos. Pese a esto, fuentes de la lucha antiterrorista dicen que hasta ahora no se habían descubierto planes concretos contra líderes de partidos y, por tanto, no constaba nada contra Gregorio Ordóñez, dirigente del PP.

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En la operación efectuada por guardias civiles y policías franceses el pasado noviembre en Tólón (Francia) se decomisó documentación sobre futuros planes terroristas. En ellos figuraban datos y seguimientos sobre guardias, civiles, militares, ertzainas (policías autonómicos vascos) y empresarios de Euskadi y Madrid, además de proyectos para atentar contra cuarteles y comisarías. Pero no se hallaron referencias a políticos, según un mando policial.

El Ministerio de Justicia e Interior temía desde hace tres meses un recrudecimiento de las acciones de ETA, motivo por el que decidió reforzar la protección de los ministros y otros altos cargos del Gobierno. Este temor se basa en que el comando Madrid aún conserva intacta su infraestructura, pese a que la policía mantiene desde el año pasado la Operación Doble Fila, en la que cientos de agentes patrullan por la capital en busca de una pista.

La vieja guardia etarra se ha visto desbordada por la fuerte presión de los sectores juveniles de su órbita, que pretenden que su organización recobre la fuerza de otros tiempos, según los datos que manejan los servicios antiterroristas.

En el seno de la propia HB han surgido voces críticas con el protagonismo que tiene ETA en su entorno. Este hecho obliga a la coalición abertzale a "estar siempre a la espera" de lo que haga ETA, según se reconoce en una de las ponencias que la Mesa Nacional de HIB tenía previsto debatir precisamente estos días.

Tras la operación de Tolón, donde fue capturado el dirigente Félix Alberto López de la Calle Gauna, Mobutu, "la cúpula de ETA está tocada", según la viceministra de Interior, Margarita Robles. Asegura que los activistas de la banda están "muy enloquecidos", pero añade: "Cuanto menos se hable de ETA, mejor".

La policía considera que la falta de planificación de los atentados, la "visceralidad," con que ETA ha cometido SILIS últimas acciones y el hecho de que esté utilizando a pistoleros con poca experiencia pueden facilitar su captura.

El pasado otoño ya resultó negro para ETA: además de la detención de Mobutu, fueron desmantelados el comando Vizcaya y el comando Nafarroa. Pero siguen activos al menos dos comandos legales (no fichados) en Guipúzcoa y dos grupos más integrados en el comando Madrid.

La responsable del aparato militar de ETA es Soledad Iparraguirre, Marisol, miembro, del comando Madrid hasta 1993, que habría ascendido tras la caída de Mobutu. Iparraguirre, de 33 años, conforma la cúpula etarra junto a Ignacio de Gracia Arregui, Iñaki de Rentería, y Mikel Albizu Iriarte, Antza. En el organigrama de ETA que manejan los servicios de inteligencia destaca la presencia de José Luis Urrusolo, un antiguo jefe del comando Madrid al que se supone encargado de impartir cursillos de adiestramiento a los nuevos activistas.

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