"Dispuestas a recoger el testigo de Ordóñez"
"Nos jugamos el pellejo diariamente. Así era también Gregorio Ordóñez, decía lo que pensaba y actuaba tal y como lo decía. Este asesinato va a ser un revulsivo para la gente joven". Yolanda es donostiarra de pro y militante de Nuevas Generaciones desde que abrieron sus puertas a la ciudadanía de San Sebastián. Tiene 34 años y un aplomo forjado como alumna aventajada en la escuela fundada por Ordóñez: la de no callar ante la barbarie y desenmascarar a sus encubridores.Yolanda está dispuesta, como muchos de sus compañeros que acudieron a los jardines de Alderdi Eder a dar el último adiós a su presidente en Guipúzcoa, a recoger el testigo. "No tenemos ningún miedo. El. tiempo de la cobardía ya ha pasado en esta ciudad. Estamos dispuesto a recoger el testigo", comentó. Pisaba fuerte y segura con sus botas alargadas casi hasta las rodillas. Junto a ella, Maribel creía a sus 72 años que lo había visto casi todo. Pero lo de Ordóñez trascendía lo imaginable y cruzaba las propias fronteras vascas. "Esto ha tenido un impacto grandísimo en toda España. Sería bueno que este asesinato sirviera para ahuyentar la cobardía solidaria que ha recorrido este país en los últimos años".
Pero las nuevas pupilas populares también quieren, como su presidente Aznar, que se cumpla la ley. "Lo más desolador es la impunidad de esta gente ante la Justicia". Ninguna de ellas podrán aclamarle con los gritos de "alcalde, alcalde, alcalde", como hasta ahora. Ni repetir lo de aquella militante de Azpeitia que con un mal castellano le gritó desde la grada del polideportivo de Anoeta: "Tú sí que tienes arrautzak [huevos] Gregorio. Muchos como tú nos hasían falta aquí".
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