Setién pide a ETA que abandone las armas
El obispo de San Sebastián, José María Setién, mostró ayer, en su homilía pronunciada durante el funeral por Gregorio Ordóñez, su "deseo de una pronta solución, por las vías pacíficas, de todas las dificultades que, de hecho, se oponen a que podamos disfrutar de un clima de convivencia pacífica al que todos tenemos derecho".Setién, que calificó de "lógica absurda e irracional" la de los asesinos de Gregorio Ordóñez, hizo "una grave llamada a ETA a fin de que preste a este pueblo, por cuya libertad dice luchar, el mayor y mejor servicio que le puede hacer, que es el de dejar las armas y abrir así las vías adecuadas para lograr la paz por el camino del mutuo entendimiento".
Es la ciudad entera de San Sebastián, y yo mismo", advirtió, "quienes sacudidos por un sentimiento generalizado de desconcierto y, en cierta medida, de frustración, condenamos este asesinato". Setién añadió que la búsqueda de la paz es "una tarea que de manera especial alcanza a cuantos tienen competencias públicas y políticas".
El oficiante recordó que "estos asesinatos parecen querer llevarnos al abismo de la muerte y de la oscuridad del sinsentido, por la violación de los derechos más elementales de la persona humana, por su inicua instrumentalización en aras de unos dogmatismos inconfesados y por el bloqueo de nuestras mejores aspiraciones para la construcción de nuestro pueblo".
El obispo de San Sebastián finalizó su homilía con estas palabras: "Descanse en paz nuestro hermano Gregorio. Sea su muerte una llamada, dirigida a todo el pueblo donostiarra, a construir la paz. No renunciamos a la hermosa vocación de vivir en la libertad".
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