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El Público llenó a medias un cálido recital por los indios suramericanos

El 'concierto urgente' por los pueblos indígenas se celebró anoche en el Palacio ele Deportes

El frío acabó en calor. El concierto urgente por los pueblos indígenas de Iberoamérica, celebrado anoche en el Palacio de Deportes, tuvo media entrada de público, pero mucho afán solidario. Las cajas colocadas para recoger material escolar se llenaban con rapidez: era para los niños afectados por el terremoto en el norte de Colombia el pasado junio. En el escenario, en vivo o en vídeo, había de todo: desde quenas y charangos hasta rock o flamenco, pasando por la salsa. La recaudación del recital irá a proyectos de desarrollo ¿le comunidades indias en Colombia y Bolivia.

Adrina Arce, una de las organizadoras del acto, promovido por la Fundación de Artistas e Intelectuales por los Pueblos Indígenas, no ocultaba su tristeza poco antes de que llegara la música. "No sé por qué no ha tenido más tirón de público. Bueno, quizá el día, con el atentado [el asesinato de Gregorio Ordóñez], no da para muchas alegrías"."No hay que desanimarse", replicaba desde la tribuna de invitados el dirigente guaraní boliviano Jaime Ayreyu. Más grave es luchar contra la deforestación, pensaba. Poco después veía en pantalla al presidente de su país, Víctor Hugo Cárdenas, el único indio que ha llegado a tan alto rango en Latinoamérica. La intervención del vicepresidente aimara abrió el concierto en el qué las conexiones con Cartagena de indias (Colombia) y el lado boliviano del lago Titicaca tuvieron que ser grabadas.

Pero no importó. Por el escenario madrileño desfilaban Suburbano, Miguel Ríos, Joaquín Sabina, Víctor Manuel, Ana Belén, la sorprendente voz de la india colombiana Eulalia Yagari... Y por pantalla, Carlos Cano o Seguridad Social. Este grupo interpretó El viajero en un escenario sobre el Titicaca. Estaban rodeados de totoras, las balsas indígenas de juncos.

El vídeo no sólo trajo música. También trajo premios Nobel. Gabriel García Márquez, con una nota de amargura y un canto de lucha: "Lo que estamos haciendo por ellos [los indios] es puro remordimiento de conciencia". También habló desde lejos Rigoberta Menchú.

El concierto tutti fruti seguía su marcha. El público, desde estudiantes a algún viceconsejero autonómico, llevaba el ritmo, fuera cual fuera. "Si el concierto no fuese en solidaridad con los indígenas no habría venido", apuntaba Agustín, uno de los espectadores.

Y en lo alto, en la tribuna de invitados, la ministra de Cultura también llevaba el ritmo. "La cultura debe ser solidaria. Es importante que este concierto se base en el respeto a los indígenas", decía.

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-Pero su ministerio no ha dado apoyo para este recital.

-Es que la petición llegó muy tarde, cuando ya no quedaba dinero.

-¿Y para el próximo?

-Prometo propósito de la enmienda.

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