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El jefe de seguridad de YeItsin pone en dificultad al presidente de Rusia

Pilar Bonet

El general Alexandr Korzhakov, jefe del Servicio de Seguridad del presidente de Rusia, ha puesto al presidente Borís Yeltsin en una embarazosa situación al afirmar que tiene el deber de controlar a los altos dirigentes. que le visitan para evitar que "se lleven el patrimonio nacional, a menudo en forma de un documento de permiso, una hoja de papel o resoluciones".

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En una elocuente entrevista en el semanario Argumenti i Fakti, el militar, considerado como uno de los más influyentes allegados del titular del Kremlin, también arremete públicamente contra el grupo bancario Most, poseedor de, una cadena de televisión independiente -NTV-, que se ha distinguido por su cobertura de la guerra de Chechenia, y del periódico Segodnia (Hoy).Korzhakov, que, según el diario Izvestia, se inmiscuye en las actividades económicas del Gobierno, dice considerarse víctima de una campaña de des crédito organizada por "una mafia financiera" interesada en un "Gobierno títere" y por quienes "compran a los funcionarios del Estado". Según el general, las competencias de su departamento en materia de se guridad van más allá de la pro tección de los dirigentes. Los altos cargos, "que hoy practican la corrupción impunemente", quisieran, según Korzhakov, que el servicio de seguridad presidencial estuviera integrado por campesinos analfabetos. "Hay un saqueo que so cava la seguridad del Estado", señaló el oficial, quien afirmó que todos los órganos de seguridad de Rusia deben abordar el problema de "la delincuencia organizada, de la cual es inseparable la corrupción". La "metástasis ya se está produciendo", dijo. "A algunos funcionarios les han aparecido villas y propiedades inmobiliarias también en el extranjero", afirmó el general, para el que todo se hace "de modo velado, a través de testaferros".

Velada amenaza

Korzhakov cree que existen "estructuras comerciales delictivas" que "defienden" al grupo bancario Most y que en Rusia "los delincuentes intentan a menudo dirigir a policías y a políticos, y también a la prensa". En una velada amenaza al presidente del grupo Most, VIadímir Gusinski, Korzhakov aseguraba que su afición favorita es la "caza de gansos" (ganso en ruso es gus). En los cenáculos políticos, el jefe de la seguridad del presidente recibe tanta atención como la guerra de Chechenia, y el periódico Nezavisimaia Gazeta aseguraba ayer, citando fuentes bien informadas del Kremlin, que los servicios de seguridad han iniciado una campaña para asilar a Gusinski en los círculos financieros internacionales. Gusinski, asegura Nezavisimaia Gazeta, está bajo un denso control de varios servicios secretos rusos, que recogen información sobre sus cuentas bancarias y sus propiedades inmobiliarias en el extranjero. Según el periódico, se ha preparado incluso un equipo especial para vigilar al financiero durante el viaje que debe emprender a Suiza tras una visita a España. Gusinski se encontraba ayer en Madrid para abrir una representación bancaria, según dijo su secretaria, y desde allí viaja al foro económico de Davos (Suiza). El financiero visita frecuentemente la Costa del Sol, y contó¿ con una nutrida representación de la sociedad marbellí, incluido el alcalde, Jesús Gil y Gil, en una fastuosa fiesta de aniversario en noviembre pasado.

El grupo Most ha calificado las declaraciones de Korzhakov como "ofensivas" y ha declarado que piensa defender su reputación ante los tribunales y que va a pedir al fiscal general que incoe un proceso por las "amenazas de ajuste de cuentas fisico". Una de las interpretaciones para la rivalidad entre Korzhakov y Gusinski está relacionada con la amistad entre este último y el alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, que podría concurrir a la presidencia de Rusia. Existen otras interpretaciones que tienen que ver con el funcionamiento y los orígenes de los servicios de seguridad del grupo y con el reparto de las esferas de poder entre los grupos emergentes de la nueva Rusia.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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