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San Antón sale a la calle por la ruina del templo

La iglesia se deteriora mientras los tribunales deciden si su dueño es PSV

San Antón, patrón de los animales, tuvo que enfrentarse ayer con la crisis de PSV, la amenaza de derrumbe del techo de su iglesia y el tráfico furibundo para poder celebrar su fiesta. Por si fuera poco, entre los animales que acudieron a recibir su bendición se incluía el oso antimoroso que persigue al alcalde. La misa debió celebrarse al aire libre: el Ayuntamiento ha clausurado el deteriorado templo. Mientras, los tribunales deciden quién es su dueño. Uno de los reclamantes es IGS, gestora de la cooperativa PSV.

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Pellas por bendiciones

Los animales han tenido que conformarse este año con una misa de campaña oficiada en la plaza de Barceló. Quien no asistió a la ceremonia fue el oso antimoroso, portavoz dé las protestas crematísticas de los funcionarios municipales, que se había acercado al templo en busca de bendición. Pero el padre Villar reaccionó con firmeza: "Hay que tener respeto".Perros y gatos vestidos de gala, pajaritos, algún conejo y alguna tortuga, entre otros, habían esperado una hora de cola en manos de sus dueños para recibir la bendición del patrón de los animales desde un altar lateral que da a la calle. Es la única parte del templo, monumento histórico artístico construido por el arquitecto Pedro Ribera en el siglo XVIII, que el Ayuntamiento ha permitido que se abra. Considera que el techo del templo puede caerse en cualquier momento. Por eso ordenó su cierre el pasado 23 de noviembre.

"La mayor parte de la cubierta del templo es de madera y escayola. Está muy deteriorada por el agua que entra, y sufre además el ataque de los insectos. Sería muy fácil que se cayera sobre los fieles", indicaba ayer Femando Macías, arquitecto jefe del departamento de protección de la edificación.

Sin embargo, el padre Vi llar, rector de la iglesia desde hace ocho años, quita hierro: "Yo creo que las obras que hay que hacer son mínimas: asegurar una viga y poco más".

El deterioro es evidente, su solución, no tanto. Sobre el templo pesa un litigio de propiedad. Mientras se resuelve, nadie repara los desperfectos y el templo continúa sin culto. El Ayuntamiento argumenta que no puede actuar hasta no saber quién es el dueño del templo, explica Macías. "Además, es monumento histórico artístico, luego la designación del arquitecto y su custodia es competencia del Ministerio de Cultura o de la Comunidad. Lo único que nosotros podemos hacer es cerrarlo", añade Macías.

La propiedad del templo, ubicado en la calle de Hortaleza, pasó de los padres escolapios a una sociedad anónima llamada Residencial San Antón, que después vendió el inmueble a IGS, cuyo patrimonio está actualmente intervenido. Ante el impago de esta sociedad, Residencial San Antón intentó recuperar la propiedad con un pleito que todavía no ha concluido. Este periódico intentó ayer sin éxito conocer la versión de IGS.

Además, el tráfico

El cierre del templo no fue el único obstáculo que padecieron los animales y sus dueños ayer por la mañana. Tuvieron que sortear a los coches; autobuses, camiones y motos que pasaban continuamente por delante de la iglesia. En la estrecha calle de Hortaleza convivían malamente el tráfico, los que esperaban impacientemente su turno para llevarse los famosos panes del santo y decenas de ciudadanos que habían acudido con animales de todos los tamaños. Además, los curiosos asistían al espectáculo desde la acera de enfrente, en la que. la Banda de Cometas de la Policía Municipal interpretaba jotas y pasodobles. Los responsables de tráfico no creyeron necesario cortar la circulación.

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