La ciencia aún no puede predecir los seísimos

Tres de las placas tectónicas que forman la fracturada corteza terrestre se dan cita en la zona de las islas de Japón- Cuando se rozan ligeramente -la placa de Filipinas está intentando meterse debajo de la Eurasiática- surge el terremoto, que puede ser más o menos devastador según las coordenadas y profundidad de su foco.Por estos factores -proximidad y poca profundidad del epicentro- el terremoto de ayer en el suroeste de la isla de Honshu, aunque de magnitud 7,2 en la escala de Richter, ha sido mucho más devastador que los anteriores. Y además no estaba previsto.

Ahora los expertos japoneses empiezan a temer que sea el primero de una serie de grandes movimientos que afecten a zonas densamente pobladas, porque los terremotos tienen un carácter cíclico aunque imprevisible, y el último gran seísmo en esta zona concreta se remonta a 1946. Y todavía está por llegar el terremoto gigante, que se espera para dentro de varios decenios.

En realidad nadie sabe en qué grado acertarán los expertos, que en Japón disponen de grandes medios, aunque hasta ahora no han podido predecir ninguno de los últimos seísmos.

Sucede que en la previsión de terremotos pasa en la actualidad lo mismo que en otras ciencias, como el estudio del cáncer: se sabe ya mucho sobre el mecanismo de generación de los terremotos pero no lo suficiente para poder predecirlos y no hay instrumento alguno para poder evitarlos.

En el caso más claro y más famoso, por afectar a Estados Unidos y a una zona densamente Poblada como es California -la falla de San Andrés- las últimas previsiones, muy recientes, indican que se producirá un gran terremoto en la zona de Los Ángeles (California) y no en la misma falla, pero no se dice cuándo.

Los estudios sísmicos se basan bastante en la historia de seísmos en cada zona de alta actividad. Si no se producen pequeños movimientos con cierta periodicidad, esta ausencia puede ser indicativa de una acumulación de tensión en el subsuelo que estallará en un gran terremoto. Es lo que parece haber pasado en esta zona de Japón.