El terremoto causó 1.800 muertos, y un frente de fuego arrasó miles de casas en la ciudad de Kobe
El peor terremoto que ha sufrido Japón en casi medio siglo mató en la madrugada de ayer (noche del lunes en España) a más de 1.800 personas, causó la desaparición de 1.000 e hirió al menos a otras 6.300 -la mayor parte de ellas en la ciudad portuaria de Kobe (1,4 millones de habitantes), donde uno de cada 10 ciudadanos tuvo que ser evacuado- y quedaron destrozados casi 10.000 edificios. El seísmo -con una intensidad de, 7,2 puntos en la escala de Richter- derrumbó ediflcios y puentes, interrumpió las comunicaciones ferroviarias, y por carretera y provocó impresionantes incendios.
El primer ministro nipón, el socialista Tomiichi Murayama, ordenó el envío inmediato de tropas a Kobe para ayudar a los residentes que luchaban para. extinguir los incendios con cubos de aguas residuales en el centro de la ciudad. Allí, un frente de fuego de unos 300 metros, alimentado por el viento, consumió fila tras fila de casas de madera.Soldados y refuerzos de bomberos, procedentes incluso de Tokio, se vieron atrapados en impresionantes embotellamientos de tráfico, lo que impidió que llegaran a tiempo de evitar que las llamas se adueñasen de la zona durante horas. Ayer, al caer la noche, los equipos de rescate trabajaban entre los escombros para intentar hallar con vida a los cerca de 1.000 desaparecidos, incluyendo 20 pacientes atrapados bajo los escombros de un hospital.
Unas 10.000 casas, edificios y otras estructuras fueron total o parcialmente destruidas por la fuerza del seísmo, que sacudió a la segunda zona más poblada de Japón y una de las más industrializadas. Las víctimas y los daños se extienden en 100 kilómetros de radio alrededor de Kobe, incluyendo a Osaka, la segunda ciudad de Japón por su población, y la antigua capital imperial de Kioto.
El seísmo, bauitizado como "el terremoto de la prefectura sureña de Hyogo de 1995", se produjo exactamente a las 5.46 horas de ayer (21.46 del lunes, hora peninsular española) y, dejó sentir sus efectos por el centro de la isla de Honshu, desde el Mar de Japón al Pacífico. El epicentro se situó unos 20 kilómetros bajo la isla de Awajishima, a unos 30 kilómetros de Kobe.
Centenares de habitantes de Kobe buscaban protegerse del frío, bajo un cielo negro y lleno de humo, mientras los automóviles colgaban de los puentes reventados. Enormes socavones cortaban la autopista entre Kobe y Osaka.
La actividad industrial y financiera fue interrumpida en numerosas zona del centro del país. En las horas posteriores, más de 40) temblores de menor intensidad impidieron las labores de rescate.
La Oficina de Información Diplomática informó ayer no tener conocimiento de que haya españoles entre las víctimas. Los Reyes enviaron un telegrama de condolencia al emperador Akihito.
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