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CRISIS MONETARIA.

La calma fue la nota predominante de ayer en los mercados. La Bolsa de Madrid, que en la jornada previa había ganado el 1,21%, perdió un 0,19%, mientras la moneda española no lograba recuperarse, manteniendo la paridad frente a la alemana en el umbral de las 87 pesetas por marco. El ministro de Economía, Pedro Solbes, reiteró su confianza en la recuperación económica, al tiempo que atacaba al PP por no haber prestado su apoyo en la lucha por atajar la crisis monetaria. El presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, dijo que le gustaría exportar al resto de España la tranquilidad que vive Cataluña. Su socio, Unió, pide que se aumenten las exportaciones.

Solbes acusa al Partido Popular de no haber contribuido en la lucha por fortalecer la peseta

El gasto público no crecerá en términos nominales en 1996 para poder conseguir el objetivo de reducir el déficit público en 800.000 millones de pesetas, el equivalente al 1,1% del producto interior bruto (PIB), establecido en el plan de convergencia. Pedro Solbes, ministro de Economía y Finanzas, dijo ayer en las conferencias organizadas por The Economist, que las declaraciones de los responsables del Partido Popular no han favorecido la estabilidad de la peseta y que la convocatoria de elecciones generaría una mayor incertidumbre. La peseta se mantuvo ayer en torno a las 87 por marco y a las 133 por dólar. La deuda a largo plazo bajó su rentabilidad el 11,88%, los tipos en el interbancario siguieron bajando y la bolsa cayó un 0,19% hasta el 281,90%.El ministro de Economía intentó separarse ayer de los problemas de la economía financiera para centrarse en la real y dibujar un panorama en el que primen las noticias positivas. Pero no fue posible completamente, dado que los mercados siguen analizando con lupa cualquier movimiento y declaración. En todo caso, Solbes lanzó un mensaje de mantenimiento de la ortodoxia económica -"no esperen ustedes cambios en la política económica por movimientos a corto plazo del tipo de cambio o del tipo de interés"- que se centra en la reducción del déficit como objetivo prioritario.

En este sentido, Solbes anunció que la filosofía aprobada en el último Consejo de Ministros sobre la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado para 1996 parte de reducir el déficit en un 1,1% del PIB, aproximadamente 800.000 millones, cifra que se acerca bastante a lo que se supone que pueden crecer los ingresos en un año normal. Ello significa que los gastos en términos nominales no crecerán.

Solbes señaló que no hay nada decidido todavía sobre dónde se ajustará el gasto en 1996 pero está claro que no será ni en pensiones ni en salarios de funcionarios ni en coste de financiación de la deuda, dados los compromisos adquiridos en estos tres capítulos de los presupuestos.

El ministro de Economía trató de dar una imagen de relativa mayor confianza al señalar que el crecimiento económico en 1994 posiblemente acabe siendo mayor del 1,9% que es la última previsión y que "es probable que el objetivo de este año [2,8% de aumento de PIB] sea realmente muy conservador". El ministro hizo un llamamiento a la moderación salarial como forma de conseguir un mayor crecimiento del empleo.

Los apoyos institucionales han surtido efecto en los mercados financieros; españoles, en los que la tranquilidad ha sido la nota destacada de esta última sesión. Los inversores aún se muestran un tanto reacios a apostar en firme por la Bolsa, pero al menos han cesado las presiones vendedoras y ayer el índice general de Madrid perdía 54 centésimas, un 0,19%. El volumen de esta sesión, 23.500 millones, indica que las instituciones apenas tocaron el mercado, aunque Telefónica negoció el 23% del total debido al arbitraje con otros mercados.

En el mercado secundario de deuda la situación era muy parecida a la de la renta variable, con una apertura en la que se perdían posiciones respecto del cierre del lunes -11,94% de rentabilidad para la emisión del 8%, frente a un cierre del 11,91%- y una posterior recuperación hasta niveles del 11,88%. La peseta, sin embargo, se vio zarandeada. Frente al dólar recuperó 38 céntimos para cerrar a un cambio medio de 132,914 pesetas, mientras que el marco alemán se apreciaba. El cambio medio al cierre fue de 86,929 pesetas por marco, con una pérdida de 12 céntimos de la peseta.

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