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Crítica:CINE: MI QUERIDA HERMANA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Las criadas

Las relaciones entre amos y criados han dado lugar a grandes y conocidas obras del teatro universal. Por poner tan sólo dos ejemplos muy conocidos, pueden recordarse Señorita Julia, de August Strinberg, y Las criadas, de, Jean Genet. Entre ellas también se encuentra Mi hermana en casa, de Wendy Kesselman, la obra que ha dado lugar a la película Mi querida hermana.

Basada en hechos reales ocurridos en Francia en 1932, posiblemente los mismos en que se basó Genet para su drama, Mi querida hermana es una obra de extremada y cuidada sobriedad, que no trata de ocultar sus orígenes teatrales, pero que los supera para convertirse en una película con interés y autonomía propia.

Convertida en guión por Wendy Kesselman, la propia autora de la obra, y dirigida por Nancy Meckler, creadora de su montaje teatral, que además debuta como realizadora de cine tras una larga etapa dedicada a la dirección teatral, el eficaz resultado revela en ellas una especial predisposición cinematográfica.

Sister my sister

Directora: Nancy Meekler. Guionista: Wendy Kesselman. Fotografía: Ashley Rowe. Música: Stephen Warbeck.Reino Unido, 1994. Intérpretes: Joely Richardson, Jodhi May, Julie Walters, Sophie Thursfield. Estreno en Madrid: Renoir (versión original subtitulada).

Básicamente apoyada en la excelente interpretación de Joely Richardson, uno de los miembros de una excelente familia de actores, y de la joven Jodhi May, que encarnan a las hermanas incestuosas que trabajan como criadas para la puntillosa madame Danzard y su hija, Mi querida hermana llega a convertirse en una exaltación del ritual y el pequeño detalle.

Al final, la tragedia

Tanto por la contraposición entre el mundo de las amas, apoyado en el ritual de la música, los juegos de cartas, y las comidas, y el de las criadas, basado en el ritual del trabajo, las salidas dominicales y finalmente el amor, como por su enfrentamiento, la minuciosa comprobación de que no queda una sola mota de polvo, las humillantes y absurdas tareas que las obligan a hacer en su presencia, hasta que la tragedia se produce cuando al mismo tiempo se rompe una copa de fino cristal y la plancha quema lapreciada blusa de satén de la hija.

Este mundo pequeño, sórdido, construido a base de mínimos detalles, donde los ruidos que producen las amas al comer son muy similares al que hacen las criadas al amarse, repetitivo y uniforme, en que un día es igual al otro y el más mínimo cambio puede suponer una catástrofe, está perfectamente creado por Nancy Meckler y hace de Mi querida hermana una película bastante excepcional.

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