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El Gobierno no sacó adelante ninguna de las leyes de medio ambiente para 1994

Cristina Narbona,- secretaria de Estado de Medio Ambiente y Vivienda, prometió en diciembre de 1993 que a lo largo de 1994 sacaría adelante en torno a una docena de leyes y normativas para la protección del entorno. Casi nada se ha cumplido. Aún no se han presentado los planes nacionales de residuos peligrosos y depuración de aguas residuales, dos de las prioridades. Narbona, que insistió repetidamente que el primero estaría listo antes de terminar 1994, espera que el Consejo de Ministros apruebe ambos este mismo mes.Entre las cosas que más sulfuran a las organizaciones ecologistas destaca la transposición de la directiva sobre acceso público a la información ambiental, aún pendiente y con dos años de retraso. María Luisa Toribio, de Greenpeace; destaca: "Para mí es de lo más grave". El texto está ahora en el Consejo de Estado, de donde se espera que salga dentro de una semana.

Pendientes están las reformas de la legislación sobre evaluación de impacto ambiental -otra de las prioridades de Narbona- y las normativas sobre contaminación acústica (ruido) y protección del medio ambiente acústico. Esta tendrá que acoplarse con una directiva de la UE sobre calidad de aire de la que ahora se vuelve a hablar.

Tampoco han visto la luz el plan sobre residuos urbanos (puede que haya un borrador para finales de febrero), ni la norma de recuperación de aceites usados (ha de ver el visto bueno de Economía y Hacienda, porque afecta a la fiscalidad), ni el decreto sobre envases y embalajes (la directiva europea fue aprobada en diciembre), cuya primera, negociación ha de hacerse ahora con la Secretaría General de Alimentación.

Obras conflictivas

Quedan por llevarse a cabo; además, el decreto de reutilización de aguas y el decreto de regularización de vertidos.

Santiago Martín Barajas, portavoz de la Coordinadora de Organizaciones de Defensa Ambiental (CODA, que reúne a 170 asociaciones), destaca otro punto: "Desde que Narbona accedió al cargo no ha habido ninguna declaración negativa de impacto ambiental de embalses. Sólo las ha habido positivas; y con las obras más conflictivas, como los pantanos de Matallana y Pozo de los Ramos (Guadalajara), Irueña (Salamanca), Melonares (Sevilla) y Arraiz (Navarra), cuya declaración tenía que haber salido el año pasado, lo único que se ha hecho es aplazar la decisión".

La secretaria de Estado de Medio Ambiente matiza: "Lo que ha habido son muy pocas declaraciones positivas. En algunos casos no se hace declaración de impacto ambiental porque son proyectos que se han aparcado definitivamente, como los de Matallana, Pozo de los Ramos y Melonares. ¿Qué más que no hacer las obras? Respecto al embalse de Irueña, hay una fuerte revisión a la baja de las dimensiones del proyecto inicial".

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