Fin de las rebajas en la ex RDA

El proceso de privatización de las empresas y la economía de la desaparecida República Democrática Alemana ha concluido oficialmente. La Treuhandanstalt (THA), entidad fiduciaria encargada de la venta y privatización del patrimonio del antiguo estado comunista, se disolvió nada más comenzar 1995. Así se culminó un proceso que ha dejado de liquidar o enajenar sólo 60 de las más de 14.000 empresas del inventario del desaparecido régimen.El balance de un proyecto de tal envergadura tiene lecturas distintas, según se oiga a los beneficiados o a los perjudicados. Para la Treuhand, que llegó a constituirse en el mayor holding industrial del mundo, el resultado es satisfactorio, a pesar de los fallos y el déficit oficial de260.000 millones de marcos (aproximadamente 22 billones de pesetas) que ha arrojado su actividad. Las casi un millón de personas que perdieron su empleo con el cambio de sistema económico no comparten, ni de lejos, ese optimismo.

En números redondos, la THA asegura que ha salvado 1,5 millones de puestos de trabajo. De las 14.000 empresas del régimen, 3.700 fueron liquidadas y el resto vendidas, en algunos casos tras dividirlas, sanearlas y reconvertirlas. También se vendieron las propiedades inmobiliarias y bienes raíces, que en muchos casos provocaron más interés, entre, compradores y especuladores que entre las propias empresas.

Unos 20.000 inversores adquirieron parte.del pastel, firmándose 80.000 contratos, con la garantía de inversión de más de 200.000 millones de marcos (unos 17 billones de pesetas), en los poco más de cuatro años que ha durado la actividad de privatización regida desde la THA.

El patrimonio de la ex RDA había, sido estimado en 1,4 billones de marcos (119 billones de pesetas) por el último primer ministro del régimen comunista, Hans Modrow, poco antes de que se efectuase la reunificación de las dos Alemanias.

Sin embargo, los datos de Modrow fueron probados como erróneos por el primer presidente de la Treuhand, Detlev Rohwedder, que moriría asesinado por la Fracción del Ejército Rojo (RAF), y que poco después de hacerse cargo de la THA valoró la economía de l aex RDA en 650.000 millones de marcos (55 billones de pesetas).

Birgit Breuel, que tras la muerte de Rohwedder en 1991 fue colocada al frente de la institución, cree que los 260.ooo millones de marcos de déficit en su balance no son excesivos, sobre todo si se comparan con lo que costó la transformación de la economía en la parte occidental del país durante los años de la posguerra.

El actual Gobierno alemán también se da por satisfecho. El ministro de Finanzas, Theo Waigel, ha elogiado la actuación de la Treuhand y, por supuesto, la de su equipo dirigente. También es de la misma opinión el ministro de Economía, Günter Rexrodt, que antes de incorporarse al Ejecutivo trabajó para la THA. Los empresarios de la industria alemana, que han podido adquirir nuevos activos a precios de auténtico saldo, están, igualmente, contentos. El jefe de la patro nal, Klaus Murmann, cree que se ha conseguido con éxito la incorporación de las antiguas empresas propiedad del pueblo, a la economía de mercado. Murmann también considera que hay que agradecer a la Treuhand que se haya logrado en el este del país un cambio de tendencia en el mercado laboral.

Las organizaciones sindicales, por su parte, plantean reservas en el análisis de las conclusiones. "Se hubieran salvado más puestos de trabajo si desde el principio, se hubiera apostado por una política de saneamiento", asegura Dieter Schulte, presidente de la potentísima Confederación de Sindipatos Alemanes (DGB).

El trabajo de la THA no ha estado exento de escándalos. Dos ejecutivos de la organización serán juzgados en breve por malversación de fondos y cobro de comisiones ilegales. Las fiscalías alemanas tienen abundante trabajo como resultado de las irregularidades en el proceso de privatización. 937 casos de manipulación de operaciones están siendo investigados en estos momentos. Sobre 137 trabajadores de la institución pesa algún tipo de cargo o de sospecha. Según los datos conocidos, las pérdidas por la gestión irregular del patrimonio de la ex RDA se estiman en 300 millones de marcos (casi 26.000 millones de pesetas). .

El cierre de la Treuhandanstalt no significará, sin embargo, el despido de los 5.000 empleados de la entidad, que durante los 51 meses que ha durado el proceso de privatización han percibido generosos salarios.

3.600 serán recolocados directamente en cuatro nuevas instituciones . que se encargarán de controlar el cumplimiento de los contratos por parte de los inversores, buscar compradores para las 60 empresas que quedan por vender, enajenar los terrenos industriales en manos del Estado y privatizar los terrenos agrícolas y forestales. La presidenta de la THA, Birgit Breuel, tiene ya un nuevo sillón esperándola, como recompensa a los servicios prestados. Será la comisaria de la Exposición Universal que se Celebrará. el año 2000 en Hanover.