Los zapatistas prorrogan por segunda vez la tregua en Chiapas

El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), la guerrilla indígena alzada en armas el 1 de enero de 1994 en el Estado mexicano de Chiapas, anunció el pasado jueves la prórroga, durante seis días más, de la tregua decretada el pasado 31 de diciembre y renovada ya hace una semana.

En esta ocasión, el mantenimiento de la suspensión de las operaciones militares tiene un motivo muy concreto: el que parece inminente encuentro entre representantes del Gobierno y del EZLN, del que se está manteniendo en un estricto secreto tanto el lugar de celebración como los detalles, incluyendo si será o no publico.

En un escueto comunicado emitido el jueves por la noche (madrugada del viernes en España), el subcomandante Marcos, líder de la guerrilla, asegura que el EZLN "está comprometido en un esfuerzo serio para la búsqueda de una solución política justa y digna" a su lucha.

Los combatientes de las zonas de Los Altos, el norte y la selva evitarán por ello cualquier acción ofensiva hasta el próximo día 13.

La nota de los zapatistas supone un soplo de alivio en la compleja situación de Chiapas, donde la campaña del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y otras organizaciones afines al gobernador alternativo, Amado Avendaño, para controlar el poder municipal ha introducido una variable de consecuencias impresibles.

Los siete muertos generados durante el intento de toma de la alcaldía de Chicomuselo el pasado martes han obligado al Gobierno a abrir un nuevo frente negociador, esta vez con Amado Avendaño, que hasta ahora no parece haber dado buenos resultados.

El llamado Gobierno de Transición se ha limitado a considerar los sucesos de Chicomuselo como "una muestra de la ingobernabilidad de Chiapas", por lo que continuará con las "acciones de resistencia pacífica" frente al Gobernador oficial, Eduardo Robledo. En este sentido, el EZLN y el Gobierno de Avendaño parecen marchar con el paso cambiado.

Seis muertos en una prisión

Por otro lado, seis reclusos murieron y otros 36 sufrieron heridas en los violentos enfrentamientos entre detenidos ocurridos el jueves en el penal de Torreón, en el Estado mexicano de Coahuila, en el centro del país. Un grupo de internos armados de palos, cuchillos y pistolas atacó a otros reclusos en el patio del recinto penitenciario. La televisión local difundió ayer imágenes en las que se apreciaba que los guardianes se abstuvieron de intervenir en ayuda de los agredidos.

El Gobierno del Estado ha abierto una investigación sobre los hechos. La policía y los militares que intervinieron la noche del jueves para poner fin a la pelea localizaron varios cuchillos de fabricación artesanal y tres pistolas.