Los norteamericanos comen cada vez peor a pesar de las dietas 'libres de grasas'
Estremecedoras conclusiones de un estudio sobre costumbres alimenticias
En la era de las autopistas de la información y del teléfono celular, los estadounidenses afrontan los desafíos tecnológicos, mejoran su competitividad y tratan de definir su posición internacional como única superpotencia. Pero siguen haciendo mal lo más básico. Comen cada vez peor y tienen cada vez más problemas de salud relacionados con la dieta, según un informe publicado en The New York Times. Las conclusiones del informe de NPD, una empresa del Estado de Illinois que vigila las costumbres alimenticias de 2.000 familias norteamericanas cada año, son estremecedoras.En un país donde cada vez hay más información sobre la importancia de una dieta sana para evitar las enfermedades, se sigue gastando menos en la comida que en casi cualquier otro lugar del mundo (un 13% en 1994) y los productos que se compran tienen un valor nutritivo bajísimo.
Los avances registrados en otros sectores de la sociedad no se traducen en la alimentación: en la mayoría de las casas norteamericanas se- come igual que hace 30 años, según el informe de NPD. Las hamburguesas, patatas fritas y dulces son tan corrientes como siempre, y las pocas variaciones que se han producido en la dieta norteamericana se deben a la avalancha de nuevas versiones de los platos favoritos, sólo que con cantidades reducidas de grasa. Sin embargo, los estadounidenses han interpretado la locura del low fat como una señal para comer más: las raciones, tanto en restaurantes como en hogares son cada vez más grandes, incluso el doble de lo que eran hace 30 años.
La carne ha vuelto a la mesa de los norteamericanos, después de unos años poco carnívoros. 1994 ha sido un año fructífero para los productores de este alimento básico: cada norteamericano consume aproximadamente 30 kilos anuales de carne de vacuno, el porcentaje más elevado de los últimos cinco años.
Puede que los norteamericanos estén fascinados con los productos que contienen una cantidad reducida de grasa, pero su consumo anual de aceite, mantequilla y margarina ha aumentado de 65,6 libras en 1992 a 68,6 en 1994 (una libra equivale, más o menos, a medio kilo).
Más alcohol
El informe de NPD también indica que cada vez se bebe más alcohol en EE UU: un 65% de norteamericanos ingirieron bebidas alcohólicas en 1994, a diferencía del 56% de 1989. Aunque el consumo total de vino en EE UU baja considerablemente desde 1985, el hecho de que el tinto se relacione con una reducción del riesgo de infarto ha hecho que su consumo supere al del vino blanco.
Aunque el presidente norteamericano, Bill Clinton, promociona el consumo de verduras, la mayoría de sus paisanos tiene dificultad a la hora de tragar más de tres porciones y media de los odiados vegetables al día, por debajo de las cinco recomendadas por los médicos para reducir el riesgo de cáncer. El consumo de azúcar sigue aumentando a una velocidad constante.
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