Mujeres, por la puerta de servicio
Las mujeres emigrantes constituyen el 32% de los trabajadores extranjeros legalizados en España. Según un estudio realizado por la Federación de Mujeres Progresistas, la mayoría "entra en la inmigración por la puerta de servicio" no sólo por su mayor indefensión, sino porque, literalmente, su ocupación principal es el servicio doméstico, sea cual sea el nivel de sus estudios, con la única excepción de las emigrantes argentinas.La gran demanda de empleadas de hogar ha disparado la feminización de la emigración y ha roto los estereotipos clásicos. Ya no son los hombres los que salen en avanzadilla de sus países con la esperanza de establecerse lo antes posible para llevar consigo a sus esposas e hijos. El ascenso, del paro ya les impide buscar los huecos que hace unos tres años solían encontrar en la construcción y el campo. En cambio, sólo en Madrid, de los 7.000 puestos de trabajo incluidos en el cupo del pasado año para trabajadores extranjeros, 4.000 eran ofertas para empleadas de hogar.
El caso más claro es el de las inmigrantes dominicanas, que constituyen el 84% de los trabajadores de esta nacionalidad. El aluvión de dominicanas es uno de los fenómenos más recientes de los nuevos movimientos migratorios hacia España, que, en sólo tres años, ha convertido a esta nacionalidad en la segunda más numerosa de la inmigración femenina. Lo importante es escapar de la miseria, por lo que "es un hecho común que licenciadas o tituladas de grado medio, con amplia experiencia laboral en su país, se trasladen a España a sabiendas de que su único futuro estará en el servicio doméstico". La situación se repite con gran frecuencia entre las inmigrantes latinoamericanas.
Marroquíes
La llegada de mujeres solas también se ha convertido en un fenómeno habitual, a pesar del conservadurismo de su sociedad de origen, entre la inmigración marroquí.
Distinto es con las mujeres del África subsahariana. Según los datos de la organización para emigrantes africanos Karibu, ellas sólo representan el 17% de los emigrantes de estos países. Pero, aunque sean minoría frente a los hombres, también llegan solas o, como mucho, con varios hijos. "Son mujeres que, al igual que los hombres, salen de sus países generalmente huyendo de la guerra o las persecuciones. Nunca vienen de países como Tanzania o Zimbabue, donde reina la paz, sino de los infiernos de Liberia, Angola, Somalia o Zaire", explica Antonio Freijo, coordinador de Karibu. Para Freijo, las trabas que impiden dar seguridad jurídica a las refugiadas sólo facilitan que "estas mujeres caigan en manos de las mafias y redes de prostitución".
El Plan de Asuntos Sociales dedica diversas medidas de acción al colectivo femenino, entre las que destaca la de dotar a la mujer de estatuto jurídico independiente de su cónyuge, que garantice su autonomía y facilite su integración.
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