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Dos neonazis apuñalan al guarda de un aparcamiento

Juan Ignacio L. F.,de 24 años, Y Julián Enrique P.0, de 30, fueron detenidos ayer por la policía acusados del apuñalamiento, en la madrugada del jueves, de un empleado del aparcamiento madrileño de la plaza de las Descalzas (en el distrito Centro). Tras acuchillar sin motivo aparente al guarda, los dos neonazis golpearon a un transeúnte en la Puerta del Sol. La investigación, dirigida por el Grupo II de Delincuencia Urbana de Centro, culminó con el registro de los domicilios de los dos supuestos agresores, que, según las primeras versiones, trabajan de vigilantes jurados. En sus casas los agentes descubrieron todo un arsenal, compuesto por un fusil del calibre 7,62 de la marca Kaláshnikov -muy empleado por las guerrillas-, una pistola, un aerosol de defensa personal, así como abundante munición, machetes tipo Rambo y una porra. También se encontró numerosa simbología nazi y del Ku-Klux-Klan.El guarda del aparcamiento, apuñalado en el abdomen, se recupera satisfactoriamente en el hospital Clínico. Las primeras investigaciones policiales apuntan a que detrás de ambos detenidos se oculta una trama negra relacionada con grupúsculos violentos de la ultraderecha madrileña. Ambos agresores pasaron ayer a disposición judicial. Carecían de antecedentes policiales.

El vigilante del estacionamiento, que prefiere silenciar su nombre por temor a una posible represalia, se encontraba ayer todavía en una habitación del hospital Clínico como consecuencia de las heridas sufridas, de carácter leve.

"He tenido suerte dentro de lo que cabe", afirma la víctima; "un centímetro más y la navaja me habría entrado en el hígado".

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"Sueño con el tío del machete", dice la víctima

VIENE DE LA PÁGINA 1En el registro domiciliario, la policía descubrió también símbolos nazis y ultrarracistas, como un retrato de Adolf Hitler y un cartel del Ku-Klux-Klan. Asimismo, ocultaban una bandera de los Boixos Nois, agresiva hinchada del Fútbol Club Barcelona.

El relato de la víctima se inicia a la 1.30 del jueves: "Mi compañero y yo estábamos en la cabina del parking cuando vimos a dos hombres que querían entrar. No nos parecieron muy extraños, aunque uno me advirtió que si era vigilante jurado debía llevar un distintivo a la vista. Le constesté que yo era sólo un guarda. Nos dijeron, entonces, que iban a mirar el coche de un amigo".

Minutos después, el guarda abandonó su compartimento: "Me había olvidado de ellos. Pero, cuando me dirigía al sótano a por el bocadillo, oí un fuerte golpe que provenía de la cabina". El sonido había sido producido por la patada propinada a la puerta. "Regresé entonces a la cabina", prosigue, "y vi a uno de los hombres escondido detrás de la puerta. El otro, que mediría 1,90 metros, de complexión fuerte y con un machete de unos 25 centímetros en una mano, se dirigió hacia mí. Me preguntó algo y, acto seguido, me apuñaló. En principio, creí que, era un simple puñetazo. Cuando vi la sangre y que los dos tipos salían corriendo, me di cuenta de lo que había pasado", explica el guarda, que piensa que los dos hombres pretendían robar un coche.

"El que me acuchilló llevaba en la manga izquierda de la cazadora vaquera un parche con un símbolo, pero yo no sé si eso es de neonazis o no. Tenía el pelo corto, pero no rapado. El otro, el que se quedó escondido, llevaba un gorro", matiza el herido, que concluye con una confesión: "Sueño con el tío del machete".

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