El Gobierno venezolano militariza las cárceles ante el peligro de fugas masivas

El Gobierno venezolano decidió militarizar desde el jueves pasado, y hasta el próximo día 31, las siete cárceles más peligrosas del país ante el descubrimiento de planes de fuga masiva. Los centros penitenciarios han sufrido sangrientos motines, huelgas de hambre e intentos de suicidio. Las autoridades han descubierto túneles realizados por los presos con la intención de escapar.

El año 1994 empezó con noticias sangrientas y concluye con otras iguales. A principios de enero, el incendio del penal de Sabaneta, en Maracaibo, capital del Estado de Zulía, iniciado por las venganzas de los indígenas guajiros de la etnia wayuu, tuvo como resultado 150 presos calcinados y decapitados, batiendo el récord mundial de matanzas en las cárceles. Y para cerrar el año, una serie de hechos violentos ocurridos en varios centros de reclusión vuelven a ocupar la atención nacional. En Venezuela, hay 31 cárceles con una población reclusa de 32.000 personas, de las cuales sólo 6.000 han sido sentenciadas. El hacinamiento supera el 220%, cuando lo permitido internacionalmente es un 30%.Los siete centros penitenciarios más peligrosos, ahora ocupados por los militares, son: Retén de Catia, Valles del Tuy, El Rodeo, Tocuyito, La Máxima de Carabobo, Tocorón y San Juan de los Morros, donde anualmente se registran 600 homicidios.

En el Retén de Catia, ubicado a tres kilómetros del Palacio de Gobierno, se produjeron el pasado miércoles dos muertos y tres heridos a causa de reyertas internas. En abril pasado hubo un incendio que dejó seis muertos y 10 heridos. El 27 de noviembre de 1992, durante el segundo intento golpista, se produjeron 60 muertos. Las autoridades afirman que descubrieron un plan de fuga masiva para estos días organizado por narcotraficantes. A pesar de las requisas diarias, donde se incautan armas y drogas, los 3.000 presos exhiben chuzos (cuchillos y puñales de fabricación casera) por las ventanas. Los presos viven en medio de la pestilencia y la suciedad.

En la cárcel de Tocuyito, a 400 kilómetros al oeste de Caracas, se fugaron 111 internos en noviembre pasado, en complicidad con los vigilantes. Se descubrió un túnel de más de 100 metros de largo. En la Máxima de Carabobo, a dos horas en coche de la capital, 41 presos intentaron suicidarse cortándose las venas esta semana porque querían ser trasladados a cárceles del oriente del país.