Dos vigilantes de seguridad del Prado rompen una escultura romana

Dos vigilantes de seguridad del Museo del Prado dejaron caer, mientras la manipulaban, una escultura romana a la que se le rompieron con el golpe la nariz y los rizos del flequillo, según fuentes de la pinacoteca.

El busto de mármol de un emperador romano, situado cerca de la puerta de Velázquez, tenía un papel entre la estatua y el pedestal, que las dos vigilantes decidieron quitar sin ninguna autorización para ello. Al tratar de moverla se les cayó y el golpe produjo daños irreparables. El equipo de restauración del museo está trabajando en ella y, posiblemente, se pueda arreglar la nariz, pero los rizos rotos no pueden ser recuperados, según las mismas fuentes.

Las dos vigilantes formaban parte de un grupo de 25 nuevos empleados de seguridad que no habían cumplido todavía los primeros quince días de prueba, por lo que cabe la posibilidad de que pierdan su empleo. El comité de empresa se reunirá esta mañana para debatir la situación de estas empleadas.

Decisiones postergadas

Por otro lado, el patronato del museo, reunido ayer con la ministra de Cultura, Carmen Alborch, postergó para la semana próxima el comunicado oficial del concurso internacional de ideas que se convocará para la ampliación del Prado. Carmen Alborch dijo ayer que esperan que se presenten cerca de mil arquitectos de todo el mundo."Puede ser el proyecto del siglo", dijo Alborch. "La ampliación del Prado tiene que convertirse en un proyecto de alcance universal". Añadió que se ha conseguido la autorización para ampliarlo hacia el subsuelo de la iglesia de los Jerónimos y en el Museo del Ejército.

Otro de los puntos que discutió ayer el patronato fue el dictamen de delimitación de las colecciones estatales. La ministra intercambió puntos de vista ayer con ellos, aunque los resultados se darán a conocer dentro de unos días. "En teoría ellos sólo tienen que dar su aporobación a todo esto, pero yo quiero que aporten ideas y participen en todo el proceso", dijo Alborch.