La rebaja de retenciones inyectará 100.000 millones al consumo, según Economía
El Ministerio de Economía y Hacienda tiene ya preparado el proyecto de real decreto en el que se contempla una actualización de la tabla de retenciones del impuesto sobre la renta (IRPF) para 1995. La nueva tabla se limita a anular el impacto de la inflación prevista (3,5%) de forma que un aumento salarial de esta proporción no tenga efectos fiscales. Lo previsto es que la tabla pueda aplicarse ya a las nóminas de enero de forma que, en el conjunto del año, los contribuyentes del IRPF dispondrán de 100.000 millones de pesetas más en sus bolsillos. Los responsables de Economía esperan que esa inyección empuje al consumo privado.
Ese dinero adicional que los trabajadores encontrarán en la nómina de enero impulsará el consumo y, según el Ministerio de Economía y Hacienda, así se logrará dar mayor solidez a la recuperación económica. La tarifa por la que se declarará el impuesto en el mes de junio de 1996 también se ha actualizado en ese porcentaje.La actualización de la tabla de retenciones del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas supone que cada tramo de ingresos se aumenta en un 3,5% sin variar los tipos. Es lo que, técnicamente, se denomina deflactación. Se persigue con ello que un aumento salarial en ese porcentaje tenga un efecto neutral en la fiscalidad.
La explicación es que tanto la tabla de retenciones como la tarifa del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas son progresivas; es decir, se ingresa a cuenta (tabla) o se paga (tarifa) proporcionalmente más cuanto más se gana. Si a uno le suben el sueldo lo que la inflación prevista y no le modifican la tabla o la tarifa resultaría que parte de ese aumento en la nómina se lo llevaría Hacienda.
Es lo que ha ocurrido desde mediados del año 1992, cuando el Gobierno subió las retenciones. Durante dos años y medio la tabla de retenciones no se ha modificado, aunque ahora el Ministerio de Economía y Hacienda ha tomado la decisión de hacerlo con efectos en las nóminas de enero.
El real decreto que contempla esta modificación está a punto de enviarse al Consejo de Estado para recibir el dictamen preceptivo antes de su remisión al Parlamento y obtendrá el visto bueno del Gobierno una vez que se aprueben los Presupuestos Generales del Estado de 1995. En estos presupuestos se contempla también la deflactación de la tarifa del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas que servirá de base para la declaración a presentar en el mes de junio del año 1996.
Exceso de devoluciones
El ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, dijo hace unos meses que su intención era corregir en mayor proporción la tabla de retenciones para la tarifa del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas con el objetivo de no tener que hacer tantas devoluciones.Las retenciones son un pago a cuenta que, sobre todo, las empresas ingresan en Hacienda una vez han descontado la cantidad correspondiente en las nóminas d sus trabajadores. Siempre hay en saldo a favor de Hacienda; es decir, que lo se ingresa a lo largo del año es superior a lo que finalmente tienen que pagar los contribuyentes en total cuando hacen la liquidación en junio del año siguiente.
Esta ventaja financiera para el fisco ha ido creciendo en los últimos años como una bola de nieve debido a que la tabla de retenciones no se había adecuado a la inflación y a que la tarifa está descompensada.
La diferencia entre lo que se retiene y lo que se paga al fisco ha crecido tanto que esa ventaja se ha vuelto en contra de Hacienda porque el número de devoluciones y su importe aumentó exageradamente y ello tiene un coste añadido de control y gestión que puede no compensar. Este año, por ejemplo, en las liquidaciones presentadas en junio pasado, dos de cada tres declaraciones son con derecho a devolución.
Sin embargo, la opción de los responsables del Ministerio de Economía es que, de momento la tabla y la tarifa se deflactan en la misma proporción; es decir, en el 3,5% que es la inflación prevista para el año 1995.
La razón es que el nivel de déficit público no permite una alegría mayor que esos 100.000 millones de pesetas que Hacienda prevé dejar de ingresar en el ejercicio de 1995 a través de las retenciones. Los contribuyentes, por su parte, contarán con todo ese dinero de más en sus bolsillos.
Economía espera que, de esta forma, se pueda dar un empujón al consumo privado y una mayor consistencia a la recuperación económica. A ello hay que añadir que los funcionarios tendrán, por primera vez desde hace dos años, sus salarios descongelados y que los pensionistas percibirán en enero una paga extra por la mayor inflación de noviembre, además de una subida del 3,5%. En fin, un poco de alegría para el año nuevo.
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