Una encuesta de Hacienda descubre casi un millón y medio le asalariados más de los que reflejó la EPA en 1992

La Encuesta de Población Activa (EPA) reflejó en 1992 casi un millón y medio de asalariados menos de los que, según Hacienda, hubo en ese año. Ésta es la principal conclusión de la primera encuesta sobre empleo, salarios y pensiones elaborada en base a fuentes tributarias por el Instituto de Estudios Fiscales. La diferencia fundamental es que la EPA es una encuesta trimestral y la estadística tributaria es un censo en base a las declaraciones anuales de retenciones. En un ejemplo gráfico podría decirse que la estadística tributaria cuenta las personas que a lo largo de un año han ido a un partido de fútbol, mientras que la EPA nos diría cuántas personas se encuentran en el estadio en un encuentro determinado. En concreto, que la encuesta fiscal no está depurada del efecto rotación en un mismo puesto de trabajo, mientras que la EPA lo cuenta una sola vez.La pregunta del millón es de dónde sale esa diferencia de 1.473.000 asalariados más de los que refleja la EPA. El Instituto de Estudios Fiscales ha realizado una depuración de ambas estadísticas para llegar a esta conclusión. Según el IEF, al número de asalariados que resulta de las declaraciones de retenciones (10,896 millones) hay que añadir aquéllos a quienes se les ha retenido sobre los cuales no se ha presentado declaración (en total, 11,386 millones). A esta cantidad hay que restarle 103.000 que son consejeros de empresas, lo. que da una base final de 11,283 millones de asalariados.

La encuesta fiscal sólo se refiere al territorio de régimen común y, por lo tanto, a los asalariados de la EPA hay que restarles los del País Vasco y Navarra. También, para buscar la máxima homogeneidad entre ambas estadísticas, hay que sumar a los datos de la EPA del final del cuarto trimestre de 1992, aquéllos que han trabajado alguna vez a lo largo del año. Además, hay que descontar de la EPA los empleados en servicio doméstico que no están en la estadística fiscal. Ello da una EPA de 1992 con 9,810 millones de asalariados. Esta cantidad, restada de los 11,283 millones de asalariados de la estadística fiscal, da 1,473 millones de asalariados más, lo que se traduciria en una cifra inferior de parados.

No comparables

Todo este proceso de depuración indica que son estadísticas difícilmente comparables. En ello insistió ayer el responsable de la EPA en el INE, José Aranda: "Es un grave error intentar buscarle agujeros a la EPA; si esta encuesta subestima el empleo es porque se ocultan actividades Y si esto pasa es porque no se quieren declarar a efectos de Hacienda y de la Seguridad Social; no veo otro motivo". Dijo, no obstante, que se están revisando algunos aspectos metodológicos de la EPA para resolver problemas censales que pueden infravalorar la ocupación.El INE defiende su estadística sin atacar a Hacienda y viceversa. El secretario de Estado de Hacienda, Enrique Martínez Robles, señaló ayer, durante la presentación de la encuesta del IEF, que "no queremos añadir confusión sino aclarar las cosas; la situación del empleo es una realidad compleja y ahora tenemos un instrumento nuevo para medirla, pero todos son válidos".

Sin embargo, en los últimos meses varios ministros del Gobierno han puesto en duda la fiabilidad de las encuestas del INE. Desde el IPC (Borrell), hasta las ventas en grandes superficies (Gómez Navarro) y, más recientemente, José Antonio Griñán y Pedro Solbes -Trabajo y Economía- en relación a la EPA. El mensaje de éstos últimos ha sido que esta encuesta infravalora la ocupación y que, por tanto, hay menos parados de los que señala.

Martínez Robles confirmó también que Hacienda investiga a entidades financieras que han llevado a cabo lavados de cupón.