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Londres se opone a la integración de España en la política pesquera de la Unión Europea

Xavier Vidal-Folch

Pese al mandato tajante de la cumbre de Essen, la integración de España en la Política Común de Pesca no será coser y cantar. El Reino Unido pondrá toda suerte de obstáculos. "El asunto está difícil", ha reconocido en Bruselas el ministro español de Agricultura y Pesca, Luis Atienza. La fecha clave para resolverlo es el lunes y martes próximo, días 19 y 20. Si no hay resultados antes de fin de año, peligra la ratificación española a la ampliación nórdica de la Unión Europea (que afecta a Austria, Finlandia y Suecia).El acuerdo de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno en Essen era tajante. El Consejo Europeo "instó" al Consejo de Ministros a resolver el asunto "rechazando toda actitud burocrática" y cumpliendo los acuerdos de marzo pasado. Pero advertía también de la "necesidad de no incrementar el esfuerzo de pesca", o sea, de no aumentar el número global de capturas.

Eso significa que los demás países tendrán que aceptar mayores controles de los que ahora soportan sobre la entrada de sus barcos en determinados caladeros y sobre la cantidad de capturas que realicen, tal y como ahora deben sufrir los pesqueros españoles y portugueses.

Tanto control horroriza a los británicos -en nombre de la libertad- quizá porque por vez primera les afectaría a ellos.

El Gobierno de John Major está en un serio aprieto. El Partido Laborista ha presentado una enmienda para el debate de hoy en la Cámara de los Comunes, por la cual se propugna que el Reino Unido se oponga a dar entrada a los pescadores ibéricos en el Irish Box, caladero situado entre la costa oeste británica y la este de Irlanda. Y algunos euroescépticos del partido del Gobierno podrían votar contra Major en esta cuestión.

La reacción del primer ministro británico ha sido una huida hacia adelante, de momento verbal, realizada mediante una severa crítica al optimismo del presidente del Gobierno español, Felipe González, tras la cumbre de Essen."No es enteramente insólito que en el extranjero algunos primeros ministros realicen declaraciones insustanciales por razones puramente internas", dijo anteanoche John Major, para añadir que algunos de sus colegas primeros ministros "difícilmente encontrarían el camino hacia sus propios Parlamentos, incluso con la ayuda de un perro-lazarillo". Otros parlamentarios británicos acusaron a González de conseguir el acuerdo de Essen "fuera de las conversaciones" formales.

A las resistencias de Londres se les sumarán probablemente las de Dublín. La presidencia alemana presionará a fondo para que se cumpla el compromiso alcanzado en Essen. Y la llave de la cuestión la tendrá seguramente Francia, que de momento mantiene una postura ambigua en los sucesivos consejos de Pesca.

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