La hipótesis de la legalización de las drogas triunfa en un debate entre universitarios
Gritaban, interrumpían y aplaudían. Dos equipos de estudiantes universitarios se enfrentaron la pasada semana en una confrontación dialéctica sobre la legalización de las drogas en la facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid. Varios cientos de alumnos habían ácudido al salón de actos de dicha facultad. La mayoría de ellos se manifestó acalorada y masivamente en sintonía con los alumnos que defendían la hipótesis favorable a la legalización.
Así lo demostraron con sus gritos e intervenciones espontáneas o con las pancartas que enmarcaban la sala, en las que se podían leer frases como "Droga, una alternativa al deporte" o "Drogas, nuestro derecho". Sin embargo, a la hora de defender sus posturas se observaban contradicciones por un lado, y una insuficiente convicción, por otro. Cada estudiante que hablaba tomaba postura, pero no se mostraba suficientemente convencido de sus argumentos.
Lo que, desde luego, dejaron claro los ciento de jóvenes allí reunidos es lo mucho que les interesa y preocupa el debate sobre la legalización de las drogas, una cuestión que sin duda ven cercana y que les afecta. La asociación de alumnos Sociedad de Debate que pertenece al Club de Debate de la Fundación General de la Universidad Complutense había organizado la discusión entre estudiantes de diversas disciplinas y universidades. Tres tenían que defender la postura favorable a la legalización de las drogas y los otros tres la contraria. Carlos Bueren, juez de la Audiencia Nacional y competente en la persecución del terrerismo y del narcotráfico, actuó como jurado del debate junto con Angel de Lucas, profesor de Sociología en la Universidad Complutense de Madrid.
Las opiniones de los alumnos reflejaban todos los tópicos al respecto: "Es mejor prevenir que curar", "La prevención tiene que venir tanto de las familias como del Estado", "Las drogas ayudan a vivir", "Las drogas no son buenas, ni malas, depende del uso que se les dé", "¿Cómo podemos legalizar las drogas y convencer luego a la gente de que son dañinas?", "Es necesario abrir otras alternativas a la lucha contra el narcotráfico"...Con inteligenciaEl grupo a favor hizo un llamamiento por la 1egalización con inteligencia, con la cabeza" y el euipo contrario destacó que la legalización 'Tavorecería el acceso a la droga por parte de los jóvenes".Sara Conde, una estudiante de 20 años que estudia tercer curso de Sociología y que formó parte del equipo que defendía acaloradamente la despenalización de las drogas, señaló que Ia legalización favorecería la ruptura con la situación actual, se evitarían muertes por culpa de la droga adulterada, y los drogadictos recurrir:[an más tranquilamente a la Sanidad Pública".
Pero, "existe un pefigro", opuso Elena Plaza, de 19 años y estudiante de Derecho: "los efectos que produce la droga en las personas que la consumen y que les llevan a delinquir". La objeción de Elena fue recibida con abucheos.
Si hubiera que destacar los aspectos más sobresalientes del debate habría que aludir a las constantes referencias al papel primordial que deben jugar informacion educación. "Se debe dar una adecuada información a toda la sociedad para que la gente sepa cómo actuar ante casos de drogodependencia y pueda luchar desde sus casas con la prevención", comentaba Sara. "La ilegalidad provoca que se reciba una nula. información sobre muchos aspectos", decía Alberto García Casillas, alumno de quinto curso de Derecho y defensor a ultranza de la legalización. Todos estaban de acuerdo en que hace falta más información y una educación más completa. Iván Pino, del grupo despenalizador, decía que lo realmente importante es "intentar capacitar a la sociedad para que distinga entre el uso y el abuso de las drogas y para que se pueda decidir libremente consumirlas o no". "El abuso de las drogas se combate desde la escuela, la familia y el trabajo", añadió.Los más interesados
Andrés Martín, estudiante de sexto de Ingeniería Superior de Minas en la Universidad Politécnica de Madrid, del equipo opuesto a la legalización, advirtió que "no hay que olvidar que las drogas no son buenas, ni malas, depende de la utilización que se les dé". Este estudiante argumentó que los principales interesados en legalizar las drogas son los narcotraficantes "porque tienen montada una red muy amplia y les compensaría el volumen que adquirirían las ventas con la bajada de los precios".Las comparaciones entre las drogas duras y blandas y de éstas con el alcohol o el tacaco fueron algunas de las cuestiones más polémicas. "Tampoco hay que olvidar al ama de casa que tiene una crisis familiar y que se pega un traguito del mueble bar de su casa", decía Alberto García. "Y además", añadía este futuro abogado, "hay drogas que se emplean en la farmacología que crean dependencia como las que se usan para tratar el imsomnio, la anorexia o la epilepsia, sustancias corrito los corticoides o la morfina". "En España hay 5 millones de alcohólicos y la cifra sigue aumentando", resaltaba Elena Plaza del grupo favorable al mantenimiento de la penalización del consumo, de estupefacientes "¿Y cómo podemos arriesgarnos a. que ocurra lo mismo con las drogas?", se preguntaba. Esta estudiante señaló muy convencida que a la. gente "parece que le preocupa más evitar robos que pluteger la salud de la población". "Aunque yo creo", continuó argumentando, ', que aumentarían más los delitos con la legalización por la irritabilidad y euforia. que provocan las drogas". "A mí me parece un camelo eso que se dice de que lo prohibido tira", opinaba Domingo Santana, del equipo contrario a la legalización. Para este joven canario de 20 años, que estudia la carrera jurídico Empresarial en un centro privado, el CEU, "la gente se droga por otros motivos y no porque esté prohibido".El narcotráfico
"El tráfico de estas sustancias no está en nuestras manos", "la legalización permitiría un mayor control de la calidad de la sustancias", "en el nombre de la salud pública se ha empezado una campaña contra las drogas y esto no debe ser así". Iván Rubio pronunciaba estas frases de forma contundente entre los gritos y aplausos entusiastas del público asistente. Estudia tercero de Periodismo y está inequívocamente a favor de la legalización. "Si se legalizan sólo las drogas blandas no se acaba con el problema del narcotráfico", decía Alberto. "Pero la legalización tiene que ser global", puntualizó Sara, "es imprescindible que todos los países se pongan de acuerdo para que realmente se termine con el problema de la droga y del narcotráfico".
En el turno de preguntas posterior al debate, un estudiante del público planteó: ¿Quién es nadie para juzgar mi responsabilidad de utilizar las drogas correctamente? Las respuestas fueron tan variadas como reveladoras. Sara: "El Estado se está comportando de una forma paternalista y ya es hora de que sea la sociedad civil la que empiece a decir lo que quiere", Andrés: "un Estado no puede permitir que un ciudadano se quite su libertad apelando a ella", y Domingo: "Se puede crear una licencia para la gente que es responsable, que sea concedida por médicos, psicólogos y especialistas".
Una de las principales conclusiones que señalaron los alumnos la resumió Sara: "En definitiva, lo importante es que se busquen otras alternativas al problema, como es la de la legalización, que se discuta esta vía para ver si es la mejor, porque no nos podemos quedar simplemente ahí en la prohibición".
Con poco convencimiento
El veredicto fue claro: a favor de los que defendían la postura despenalizadora. Pero con matizaciones. "El grupo que mejor ha defendido su postura ha sido el que está a favor de la legalización, pero los miembros del jurado creemos que los integrantes del grupo vencedor no estaban completamente convencidos de lo que estaban defendiendo", interpretó el juez Carlos Bueren.Pero allí no sólo votó el jurado, también lo hizo el público por medio de unas papeletas con dos preguntas: ¿Qué equipo lo ha hecho mejor? y ¿Estás a favor de la legalización de las drogas? Los resultados no hacen más que confirmar la actitud expresada en voz alta.
Había unos 300 estudiantes en la sala. De ellos, votaron 169. 132 opinaban que el equipo que lo había hecho mejor era el que defendía la legalización, 23 votaron por el equipo contrario y 14 en blanco. A la pregunta de si estaban a favor de la legalización, 106 estudiantes dijeron que sí, 16 que no y 47 se abstuvieron. Los alumnos sugirieron además los temas que les interesan para futuros debates: el aborto, la educación en la universidad, el alcoholismo, la corrupción, el desempleo o la insumisión.
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