Multa histórica a 42 cementeras europeas, seis de ellas españolas

"Y vamos a continuar". Con estas palabras, el comisario de la Competencia, Karel van Miert, destacaba ayer el carácter "ejemplar y disuasorio" de la mayor multa que jamás haya impuesto la Comisión Europea. El cartel del cemento europeo deberá pagar en tres meses la friolera de 39.000 millones de pesetas por haberse conjurado para restringir o falsear la competencia, fijando precios y repartiéndose mercados.

La multa -como adelantó EL PAÍS el pasado día 22- es superior a las impuestas este año a las siderúrgicas fabricantes de viguetas (17.000 millones) y a las de cartoncillo (20.000 millones). Sanciona a 33 empresas de todos los países miembros -así como de Noruega, Suecia y Suiza-, de las que Italcementi (con unos 5.000 millones) es la más afectada. Las otras grandes del sector, Holderbank, Lafarge, Blue Circle y Heidelberg, también resultan sancionadas.La penalización castiga a la federación europea del sector (Cembureau) y a ocho asociaciones nacionales de productores. Las asociaciones sectoriales nunca habían sido multadas hasta ahora. La Comisión pretende explícitamente con esta sanción "disuadirlas" de incurrir en prácticas contrarias a la competencia.

La cuantía de la multa es notable porque la infracción es "de larga duración" (desde 1983), los hechos son "muy graves" y el mercado cementero controlado por los sancionados es muy importante: 6.631 millones de ecus, en torno al billón de pesetas. Pero en porcentaje sobre facturación es inferior a las anteriores, al alcanzar únicamente el 2,8% o el 4% de la cifras de negocios.

De las seis españolas sólo dos (Valenciana e Hisalba) han sido castigadas con el suave 2,8%, baremo aplicado a quienes rompieron la disciplina del acuerdo ilegal o lo incumplieron en lo relativo a la exportación. El récord español son los cinco millones de ecus (853 millones de pesetas) contra Asland. A las compañías de España y Portugal sólo se les aplica una. sanción del 70% respecto del resto, al computarse su incumplimiento desde la adhesión (le sus países en 1986.

Van Miert anunció ayer la decisión con energía y dureza. Por otro, se cuidó de destacar "que unos pocos funcionarios han tenido que pelear con una legión de grandes abogados", con lo que reivindicaba la maldita burocracia de Bruselas y, una cierta concepción del intervencionismo, a favor del mercado. Es socialista.

Los productores no podían ignorar que desarrollaban actividades ilícitas, puesto que en una reunión del grupo europeo su presidente les advirtió: "Es casi inútil deciros que no habrá acta de nuestros debates".

[La patronal cementera española Oficemen reaccionó con "sorpresa e indignación" ante la multa. Rafael Fernández, director general de está patronal, anunció que las empresas recurrirán la multa.]