_
_
_
_
ESPACIO: TECNOLOGÍA

Éxito de un experimento español a bordo del transbordador 'Discovery'

Marimar Jiménez

Cuando el transbordador espacial Discovery, de la NASA, salió al espacio el pasado mes de septiembre, un grupo de científicos e ingenieros españoles estaba intranquilo en. tierra. En la bodega de carga de la nave iba un experimento suyo cuya finalidad era comprobar si es posible fabricar en órbita materiales superpuros para microelectrónica y espejos de alto rendimiento para construir telescopios especilizados en la longitud de onda del ultravioleta lejano."Cualquier fallo podía significar la cancelanción del experimento", dice Javier García Huete, de CRISA, empresa española responsable: del proyecto por encargo de: la Agencia Europea del Espacio (ESA).

El resultado fue un éxito y los científicos respiraron. "Conseguimos el objetivo: preparar láminas delgadas de aluminio, silicio y oro en condiciones de alto vacío y microgravedad", añade satisfecho José Antonio Aznárez, del Instituto de óptica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

El Experimento para la Deposición de Materiales en órbita (EDMO) se hizo en ocho horas durante la misión. Los tres materiales se evaporaron, si., condensaron y crearon películas muy finas, con espesores de décimas de micra, e incluso menores.

Pruebas severas

."Es como cuando hierve agua en una olla", explica Aznárez, "el vapor se recoge en los azulejos de la cocina en una película fina. La única diferencia es que aquí los materiales son sólidos y el vapor se condensa igualmente en láminas sólidas". Ahora hay que hacer estudios detallados para comprobar la calidad de las muestras, lo que llevará varios meses.Huete recuerda los apuros que pasaron hasta colocar. el experimento en el espacio. "Ya era un éxito el haber conseguido que una institución como la NASA, para los que somos unos auténticos extraños, aceptasen meter una carga de 80 kilogramos en un transbordador donde iban vidas humanas. Las pruebas a las que nos hemos tenido que someter han sido severísimas, porque había cosas muy calientes y piezas mecánicas y radiactivas. No ha sido fácil, lo hemos pasado mal", dice.

El dispositivo en que se ha realizado el experimento ha quedado igualmente demostrado y ahora es una plataforma reutilizable que se puede adaptar para otros ensayos futuros, con la consiguiente reducción de coste respecto al desarrollo inicial (unos 250 millones de pesetas).

Mientras este equipo científico emprende la fase de análisis de su experimento, el CSIC ha reestructurado en parte su área de física y el grupo ha quedado excluido del Instituto de óptica, al que pertenecía, asignándole, provisionalmente, al Centro de Física Teórica, según fuentes del Consejo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Marimar Jiménez
Redactora senior en la sección de Empresas de CINCODIAS. Sigue la actualidad del sector de tecnologías de la información y del ecosistema emprendedor español. Antes de incorporse al diario en 2000 trabajó en Actualidad Económica y los suplementos Futuro y Negocio en EL PAIS. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_