España intenta montar una conferencia de cooperación entre Israel y sus vecinos

La diplomacia española ha iniciado las gestiones para acoger en 1996 una gran conferencia de cooperación educativa y cultural entre Israel y sus vecinos árabes para sentar las bases de un cambio de mentalidad, especialmente entre los jóvenes, que permita superar las actitudes racistas, según fuentes oficiales.El proyecto ha estado latente en las reuniones que ha mantenido estos días en España el ministro israelí de Exteriores, Simón Peres, y fue evocado ayer en la clausura del seminario Tres religiones: Un compromiso de paz, patrocinado por la Universidad de Alcalá de Henares.

El Rey clausuró el seminario interreligioso citando textos de las tres grandes religiones monoteístas para ensalzar la paz. "San Agustín decía 'La paz es un bien tal, que no se puede desear otro mejor, ni poseer otro más útil'. O, como diría el salmista, 'Busca la paz y persíguela'. O el Corán, 'No flaquéeis, pues, invitando a la paz, ya que seréis vosotros los que ganaréis'".

"Hubo la conferencia de Madrid en 1991 para poner en marcha el proceso de negociación política entre Israel y los árabes; hubo la reunión de Casablanca en noviembre de 1994 para fomentar la cooperación económica y comercial y habrá. otra cita en España para intentar demoler las barreras psicológicas entre árabes y judíos", afirma un alto cargo de Exteriores.

Iniciativa de tolerancia

La idea no está aún del todo madura, pero el jefe de la diplomacia española, Javier Solana, la dejó caer en su discurso de la universidad. "Mi país siempre estará dispuesto a acoger cualquier iniciativa.. que tenga por objetivo incrementar la convivencia y la tolerancia entre los pueblos del Libro", afirmó."Tras 50 años de mensajes excluyentes y conflictivos", prosiguió el ministro, "hay que crear un nuevo marco educativo y cultural que una y no disgregue, que tolere y no rechace, que ponga en positivo creencias, costumbres y culturas que puedan convivir y enriquecerse mutuamente en los siglos futuros". Peres no llegó a aludir a este proyecto, pero en una rueda de prensa con Solana resaltó que "España no puede estar mejor situada desde un punto de vista histórico y geográfico" para alentar la paz.

En una alocución teñida de referencias religiosas, el ministro israelí recordó después que las tres grandes religiones monoteístas se han encontrado, a veces de forma conflictiva o, con menor frecuencia, durante épocas doradas. "¿Que país, sino España, podría dar mejor testimonio de estos encuentros, en ambos aspectos?", se preguntó.

La Federación de Comunidades Israelitas de España aprovechó la presencia de Peres en Madrid para otorgar a título póstumo al difunto ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, un premio "en reconocimiento por su labor de acercamiento entre España e Israel y su contribución al proceso de paz en Oriente Medio". Lo recogió su viuda, Mari Paz García-Mayo. España estableció relaciones diplomáticas con Israel en enero de 1986, cuando Fernández Ordóñez desempeñaba la cartera de Exteriores.

En un principio el galardón sólo le había sido concedido al ministro fallecido, pero, finalmente, se amplió al actual titular de Exteriores y a su homólogo israelí.