Defensa construye un búnker de 5.000 millones en la base de Morón

El Ministerio de Defensa iniciará en breve la construcción de un centro de mando y control subterráneo en la base aérea de Morón de la Frontera (Sevilla). Aunque el coste del búnker ronda los 5.000 millones de pesetas, Defensa ha pedido al Ejército del Aire, responsable del programa, que revise a la baja el presupuesto. Desde el centro de Morón se podrá dirigir no sólo la Fuerza Aérea española, sino la del conjunto de la OTAN.

El búnker de Morón es el primero que empezará a construirse de los tres previstos en el programa Simca (Sistema de Mando y Control Aéreo), en los que se gastarán 12.673 millones en los próximos tres años, según el Plan Plurianual de Inversiones Públicas. Sólo la excavación de los túneles de Morón, que realizará el Servicio Militar de Construcciones, costará 400 millones.Más adelante se construirán centros similares en las bases de Torrejón (Madrid) y Gando (Gran Canaria). Todos ellos contarán con protección física, frente a ataques convencionales o nucleares, y electrónica, para evitar que se puedan perturbar sus comunicaciones. Desde los mismos se ordenarán todas las operaciones aéreas, tanto ofensivas como defensivas y de apoyo.

Estos tres búnkeres serán el centro neurálgico del proyecto Simca, que con un coste de 85.000 millones de pesetas es el más importante del Ejército del Aire desde la compra de 72 cazas F-18. Su objetivo es renovar la red española de defensa aérea, que data de los años setenta y se considera obsoleta, e interconectarla con la red de la OTAN.

De hecho, el Simca no es sino una parte del programa ACCS de la OTAN, cuyas prescripciones técnicas sigue escrupulosamente. Uno de los requisitos del búnker de Morón es que sirva como centro de mando alternativo a la OTAN, para que los jefes militares aliados puedan, en caso de necesidad, dirigir desde allí la Fuerza Aérea de la Alianza Atlántica. Al conectarse a la red aliada, España recibirá la información facilitada por los Awacs de alerta temprana de la OTAN.

La mayor parte de la información procederá, sin embargo, de los aviones y buques españoles, así como de los 14 radares tridimensionales (3D) y transportables que serán desplegados por toda España. Estos radares permitirán conocer la trayectoria y distancia de cualquier objeto que penetre en el espacio aéreo de interés español, y también su altura, lo que no es posible con los sensores actuales.

Los dos primeros radares 3D fueron comprados en 1992 a la firma italiana Alenia, por unos 5.000 millones, e instalados en el pico Aljibe (Cádiz) y en Espinosa de los Monteros (Burgos), para tapar los agujeros de la red de alerta. En 1993 se encargaron otros 12 radares a la empresa española Indra, en colaboración con GEC-Marconi, por 31.800 millones de pesetas. La mayoría se instalará en los actuales emplazamientos de los Escuadrones de Vigilancia Aérea (EVA), aunque con algunos cambios. No habrá radar en Villatobas (Toledo) y sí en el Mulhacén (Granada) y en Riaza (Segovia).