El vinilo se resiste a morir
Grupos de rock, coleccionistas y sellos independientes respaldan un soporte discográfico amenazado
Los discos de vinilo, elepés y sencillos, tienen sus días contados ante el avance del compacto. Pero, según sus defensores, son muchos más que los que calculan las grandes casas discográficas, empeñadas en su rápido aniquilamiento. Los vinilos se han convertido en un objeto de culto, en el símbolo de la resistencia de los coleccionistas y los pequeños sellos discográficos ante los monstruos de la industria. Las carpetas de 31 x 31 centímetros son objeto de deseo para melómanos amantes de los sonidos del pasado y de las ediciones reducidas. Admiran su diseño, leen hasta el último crédito. Forman parte de un movimiento internacional que en Estados Unidos tiene como principales abanderados a los grupos del grunge.En España hay cerca de 450 sellos discográficos independientes. Una gran parte de ellos apuesta por el vinilo, aunque también editan en compacto. Ignacio Menéndez, del sello Triquinoise, afirma: "Nuestros Compradores nos critican mucho cuando no sacamos alguno de nuestros artistas en soporte de vinilo. Para nosotros es difícil hacerlo, porque los gastos de fabricación de un disco de vinilo son altos. Sin embargo, por lo menos vendemos de 1.000 a 1.500 copias en vinilo de cada una de nuestras referencias".
Pablo Carrero, del fanzine Indiana, incluye en cada número un sencillo de vinilo. "El vinilo se ha convertido en un símbolo de una manera de hacer las cosas, más artesanal, manual. El sonido del vinilo tiene más calor", dice.
Mateo Siesta, de Siesta Records, también es defensor del vinilo, hasta el punto de que no sólo sacan sencillos en vInilo de sus grupos, sino que han empezado a editar en otros formatos incluso más arcaicos. "Hemos empezado a editar discos de. diez pulgadas, algo que sólo se hace actualmente en el Reino Unido. Hacemos epés compartidos con otros pequeños sellos europeos, y en una ocasión en que sacamos una de nuestras referencias en C1) en Alemania, no nos pedían ni uno solo. Nos reclamaban el formato de vinilo".
Mikel Barsa dirige la Feria. Internacional de Coleccionismo de Discos y Cine, que se celebrará en Madrid el próximo 18 de diciembre. Barsa entró ayer además en el libro de los récords al pagar más de dos millones de pesetas en una subasta en Londres, por el primer disco de los Beatles emitido por una . radio, Love me do. "Las grandes discográficas son las que han decretado la muerte del vinilo. Son ellas las que lo están matando", dice con rotundidad. Señala que el vinilo es más caro en su fabricación que el compacto y, sin embargo, en las tiendas se vende más barato. "El gran negocio para ellos es editar en CD, porque es más barato. Se imprimen unos seis compactos por segundo, mientras el vinilo es más lento".
Juan Palomino, director de Derechos de Reproducción Mecánica de la SGAE (Sociedad General de Autores de España), admite que el apabullante aumento en la Venta de compactos está aplastando al vinilo, aunque en España aún hay un mercado para él. "El elepé sigue siendo importante en España, sobre todo en la zona centro; en las grandes zonas metropolitanas de Madrid y Barcelona domina ampliamente el compacto", comenta. "Esto se debe a que la cultura musical del español de clase media y alta ha aumentado, y son ellos quienes más compactos; consumen. En 1993 se vendieron sólo cinco millones de elepés de vinilo", dice. Pero también advierte que las cifras astronómicas de la venta de compactos se deben leer con cuidado, porque una buena parte de. ellos son también objetos promocionales o parte de la invasión europea de compactos de ínfima calidad vendidos a precio de saldo.
Babelia
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