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Las naranjas españolas pagan el pato

Los malos humores de la política italiana se hicieron sentir ayer sobre las naranjas españolas, víctimas de las efusiones nacionalistas de Marisa Moltisanti, senadora de Alianza Nacional (AN), que logró que fueran definitivamente retirados todos los agrios de procedencia hispana de la cafetería del Senado."Basta de naranjas españolas", gritó Moltisanti, blandiendo uno de los frutos levantinos, y clamando contra la "vieja clase política que arruinó la agricultura italiana", ante un apurado administrador de bar empeñado en explicar que el único problema es que las naranjas italianas son demasiado "ásperas" en este periodo del año....

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Francesco Speroni, de la Liga Norte, comentó que este incidente, aunque marginal, demuestra hasta qué punto AN es reacia a aceptar las reglas del libre mercado. La Liga y AN se miran en cualquier situación como los peores enemigos.

Esta división de la mayoría es la principal fuerza en manos de unos sindicatos que ayer reanudaron el diálogo con el primer ministro tras la gran manifestación celebrada el pasado día 12 en Roma contra la reforma de las pensiones.

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