Reencuentro con la pintura española que inundó Buenos Aires
Una exposición en Madrid reúne las obras que cambiaron el gusto artístico
La exposición Otros emigrantes se plantea como un "reencuentro" con los pintores españoles que a finales del siglo XIX y principios del XX llenaron con sus obras el ambiente artístico de Argentina, hasta el punto de neutralizar el gusto francés dominante. Un total de 63 obras de artistas como Zuloaga, Sorolla, Solana, Vázquez Díaz y Rusiñol, procedentes de los fondos del Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires, forman la muestra, presentada en la sala de las Alhajas (Caja de Madrid) de Madrid.
"La presencia y la influencia de pintores españoles en Buenos Aires en el cambio de siglo es una historia poco conocida", declaró ayer Ramón García Rama, comisario de la exposición junto con José Manuel Valdovinos, quien realizó en 1992 una muestra similar en Buenos Aires. García Rama, estudioso del arte español del siglo XIX, ha seguido la historia de las exposiciones nacionales dé Bellas Artes. "El arte del XIX se está ya descubriendo, con esfuerzo, ya que es una explosión de pintura, sobre todo a partir de 1856 con la primera exposición nacional de Bellas Artes".Argentina y Buenos Aires tiene el mercado más floreciente, junto con Uruguay, Chile y La Habana, cuando llega la pintura española, a partir de 1897, con una primera exposición qué organiza José Artal, y continúa en 1910, con motivo del cuarto centenario de la fundación de Buenos Aires, hasta los años treinta.
Según García Rama, el éxito de la pintura española -"que llegó a sustituir en el gusto de los bonaerenses a la francesa"- se debe a las -intervenciones de Artal junto con José Pinelo y Justo Bou en la organización de presentaciones de los pintores. El Museo de Bellas Artes de Buenos Aires, con donaciones y compras, formó una amplia colección que llegó a reunir unas 300 pinturas.
En el montaje que se presenta en los tres pisos de la Sala de las Alhajas están representados las tendencias de los géneros de la época. En un recorrido cronológico, el arte expuesto abarca desde Fernando VII al comienzo de la guerra civil en 1936. Un siglo de arte español que participa del neoclasicismo, romanticismo, realismo, preciosismo, impresionismo, expresionismo y algunas formas de fauvismo y cubismo.
Otros emigrantes comienza con el academicismo de Vicente López, los retratos de Esquivel y Madrazo y los paisajes de Villaamil. Está representada la generación de 1830, con Fortuny, Rico, Palmaroli y Rosales, y el género histórico, con Francisco Pradilla, y las creaciones de Sorolla, Rusiñol, Mir, Zuloaga, Iturrino y Zubiaurre.
Con anterioridad a esta muestra, la Caja de Madrid había iniciado en la misma sala un ciclo historicista de la pintura española, con Siete españoles de la Escuela de París yArtistas españoles de París. Praga 1946.
Intercambio
Los fondos del Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires también se encuentran en Madrid, con la presentación a partir de hoy y hasta el 17 de enero de la muestra Arte argentino contemporáneo 1945-1980, en las salas de la Fundación Arte y Tecnología, de Telefónica (Fuencarral, 1. Madrid). La exposición coincide con la exhibición en el museo de Bellas Artes de la colección de arte de Telefónica, con obras de Gris, Fernández, Picasso, Chillida y Tàpies.
El montaje agrupa diversas tendencias en el desarrollo del arte argentino, con el arte concreto (Girola, Hlito, Lozza), el informalismo y nueva figuración (Greco, Fontana, Testa, Vega, Deira), la neo-abstracción de los setenta y ochenta (Wells, Silva, Paternosto), el pop y las mitologías (Santantonin, Peparella, Cancela) y el conceptualismo (Benedit, Pieri, Kuitca). Las 70 obras han sido seleccionadas por Jorge López Anaya, de la Universidad de Buenos Aires.
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