El empleo exige a los universitarios una nueva visión de su profesión

C. B. Para el año 2000 la mitad de la fuerza de trabajo será autónoma y dos de cada 10 profesionales acumularán en sus manos el 80% de la actividad por la vía del trabajo externo contratado por grandes empresas. Esta política de subcontratación, en algunos casos a tiempo parcial con presencia en la empresa madre, va pareja con el desarrollo de los medios informáticos y del trabajo a distancia, aplicando las nuevas tecnologías que permiten funcionar con teletexto, fax o correo electrónico. He aquí la teoría del ejecutivo inglés afincado en Nueva Jersey (EE.UU) Charles Handy, prolífico autor de libros dedicados a la vida profesional y socioeconómica, sobre lo que será la realidad profesional del siglo XXI.

Su filosofía llega más lejos, hasta las palabras de Margarita García, ejecutiva de Andersen Consulting: "Si no conocemos a nuestro enemigo y a nosotros mismos, todas las batallas se convertirán en derrotas". Y el enemigo de los estudiantes universitarios para Margarita Garcia es "lo desconocido, es decir, el mundo de puertas afuera de la Universidad", señaló el pasado miércoles en su conferencia Cómo buscar empleo, celebrada en la Universidad Complutense de Madrid con motivo de las. jornadas Technociencia 94, somero escenario sobre tecnología,'hombre y ciencia.

Capacidad de decisión

Ante los ojos bien abiertos de una audiencia de más de 600 universitarios que no dejaba libre ni un asiento, Margarita García se atrevió a decir que no habrá puestos de trabajo tal y como están concebidos hasta ahora, que se contratarán profesionales con capacidad de decisión y responsables dentro de un proceso total; que lo único estable será el cambio, y que los contratos no se realizarán en función de un título, ni de un horario, sino por los objetivos y los resultados. La suerte del futuro ha comenzado ya a estar echada: flexibilidad en el empleo y flexibilidad, también, en el profesional que ha de convertirse en persona multifacética, capaz de adaptarse a los cambios continuos y frenéticos de la sociedad que le ha tocado vivir. Proliferarán las pequeñas empresas de autónomos capacitados y polifacéticos.

Un perfil del futuro profesional que rompe con los esquemas, vigentes todavía en nuestro país: que sepa ser autónomo y, al mismo tiempo, trabajar en equipo, adquiriendo, además, de la categoría de ciudadano del "hágalo usted mismo", como preconiza Charles Handy, al estilo de lo que ya está comenzando a penetrar en la sociedad española: el que se sirve su propia gasolina, paga su hotel con una tarjeta de crédito a un ordenador que le escupe la factura, toma su billete de metro de tina silenciosa máquina o su cajetilla de tabaco agradecido por tina voz electrónica femenina que sonríe: "Su producto está servido, muchas gracias".

Si se empieza a conocer al enemigo, éste se convierte en menos enemigo. Y si uno se conoce a sí mismo, cobra fuerza y seguridad. De ahí el intento de estas jornadas -que duraron cuatro días con una asistencia diaria de unos 3.000 estudiantes y que también acogieron exposiciones, stands de distintas empresas y coloquios sobre investigación universitaria, todo ello organizado por la asociación juvenil IUVE y la Universidad Complutense- de orientar a los jóvenes hacia el futuro queportánte", dice Margarita García, "es que vivimos en un mundo cambiante y que hay que anticiparse a lo que va a venir con el fin de estar preparados para afrontarlo. Por eso aplicamos el arte de la guerra, 'conocer al enemigo' como en las grandes batallas. Viene el cambio, pero no hay que asustarse".- ¿Queda un poco duro, no?- Sí. Por eso también me remito al Principito: 'Arnamos lo que conocemos'. Tenemos que conocernos a nosotros mismos y a nuestro entorno y amarnos para conseguir seguridad y ganar esa batalla. Es importante dejar muy claro qué ofrecemos y qué resultados obtendrá la empresa de nuestro trabajo. En definitiva, aprender a vendernos como producto en el mercado laboral.

Saber quienes somos y cuál es nuestra fuerza en el mercado laboral; conocer nuestros puntos débiles, para compensarlos de alguna manera, nuestras habilidades en la vida laboral y en la privada: puede ocurrir que hasta resulte interesante reflejar en los currículos, además de los conocimientos profesionales, una buena disposición hacia el bricolage o hacia la vida afectiva farniliar."No omitir ningún detalle por anecdótico que parezca y, sobre todo, no limitarse al perfil que propone. la empresa: mejor buscar una empresa que se ajuste a nosotros. Si resignamos demasiadas cosas nos empobrecemos. personalmente", dice Margarita García.

Y, con paso firme y seguro, lo primero que tendrán que hacer los futuros profesionales será informarse sobre las posibilidades de trabajo (prensa, asociaciones, colegios profesionales, centros de orientación y empleo de las universidades, empresas de selección y de recursos humanos). Después, hacer prácticas en empresas, buscar becas en el extranjero, perfeccionar idiomas, estudiar informática, introducirse en trabajos voluntarios, también sirve como experiencia curricular.

"Con estas jornadas hemos pretendido hacer una reflexión seria sobre las consecuencias de los cambios que aportan las tecnologías al mundo profesional", dice Iñigo Sáenz de Miera, presidente de IUVE. "Lo que más afecta hoy a los jóvenes es el empleo y queremos ayudarles a encontrar con qué talante han de buscarlo".