Sólo el mercado mide el valor de los 'masters'

¿Por qué en los últimos años han proliferado como hongos los estudios de masters? ¿Qué alimenta esta especie de fiebre colectiva en una sociedad persuadida de que sin un posgrado o un master de nada sirve un título universitario? La respuesta no parece fácil. Algunos investigadores recurren a factores múltiples y dispares como son, por un lado, el afán de los universitarios por tener una mejor formación; la influencia de modas por la proyección social y profesional que esperan alcanzar, y por otro, la rigidez y lentitud que supone cualquier modificación en el sistema universitario reglado para adecuar el contenido de los planes de estudios a la cualificación que demanda el mercado laboral.mercado laboral.La importancia creciente de estos cursos se refleja en los da tos, no exhaustivos, recogidos en la Guía de estudios y titulaciones de master en España: más de 52.000 alumnos cursan alguno de los 868 programas de estudios de posgrado; 297 master documentados y 571 programas de los que sólo se sabe que existen. Si añadimos que por término medio el precio de un curso, de posgrado (tercer ciclo impartido por una universidad), ronda el medio millón de pesetas, y que los master privados se pagan a una media de 1 millón de pesetas, encontramos otra respuesta a los interrogantes planteados.

La cuestión está en saber si es master todo lo que se anuncia, o si, por el contrario, detrás de muchos de estos cursos se esconde únicamente un negocio que mueve anualmente importantes su mas de dinero. Sobre si la Administración educativa debe intervenir en este sector para regular estas enseñanzas, la Secretaría de Estado de Universidades responde con la Constitución en la mano: "La libertad de creación de centros es un derecho constitucional, del mismo modo, que las universidades disponen de autonomía para crear sus títulos propios. Sólo podemos intervenir en las enseñanzas regladas".

"Lo que sí debe saber el alumno es que un master es una enseñanza de posgrado. Hay un de creto que regula tanto los estudios de tercer ciclo universitarios como las condiciones para obtener el título de doctor", continúan las fuentes oficiales, "pero hablamos de enseñanzas regladas; en todo lo que sea no regla do no es posible la intervención mnisterial. Evidentemente, el re conocimiento de los títulos se vincula al ámbito del campus o la empresa que los expide". En el ámbito universitario las opiniones son. dispares en relación a la conveniencia o no de regular criterios mínimos. "Duran te años surgieron como hongos algunas ofertas de master privados que no tenían calidad ni rigor en sus contenidos, es obvio que algunas continúan", opina Juan Hernández Armenteros, profesor de Economía Aplicada en la Universidad de Jaén y autor de la citada Guía publicada bajo los auspicios de la Fundación del Banco Bilbao Vizcaya.

"La incapacidad que mostraron las universidades para absorber la creciente demanda de especialización impulsó el mercado de los master", añade Armenteros, "Por lo tanto, la aparición de instituciones privadas que ofertaban esta formación específica ha contribuido, incluso, a dar coherencia a los actuales posgrados y master que imparte la Universidad".

Formación de calidad

Para Armenteros, es el propio mercado quien se encarga de regular: "los alumnos irán escogiendo los master que ofrecen una formación de calidad". Pero tampoco se muestra contrario a la existencia de unos indicadores mínimos. "Hay experiencias en este sentido, hace unos años se creó una Asociación de empresas que imparten master en Administración de Empresas, los famosos MBA. Acordaron imponerse requisitos mínimos en cuanto a créditos y duración, incluso fueron más exigentes que las universidades ya que se impusieron un mínimo de 75 créditos y 3 años en lugar de 50 créditos y 1 año. Éste puede ser un buen ejemplo a seguir. En cualquier caso, es el usuario quien debe saber dónde invierte su dinero".Opiniones como la expresada por el vicerrector de Estudios de la Universidad Complutense de Madrid José Jesús Bustos Tovar, resultan más favorables a una normativa que tendiera a clarificar la utilidad y función de los master.

"Entiendo que es urgente y necesario porque, aunque nadie discute la libertad de mercado, estamos hablando de una oferta que se presenta en el marco de la educación". Bustos Tovar recuerda que existen intentos en este sentido: "Hace más o menos tres años hubo un acuerdo interuniversitarlo de autorregulación. Consistió en clarificar el mínimo de créditos exigibles para la denominación de los master y los posgrados".

"Estos últimos debían reunir un mínimo de 500 horas equivalentes a 50 créditos", continúa, "también se regularon los títulos propios de Especialista universitario y Experto universitario (30 créditos). Pero al final el Consejo de Universidades no lo hizo suyo, en principio por respeto a la autonomía universitaria pero, sobre todo, porque hubo universidades en Madrid y en Barcelona que no suscribieron el acuerdo porque ya tenían en marcha títulos que no se ajustaban a estos mínimos".

El término master acuñado del inglés ante la difícil traducción al castellano, encierra una confusión que ha permitido su uso indiscriminado, y "poco afortunado", a decir del Vicerrector de Estudios de la Complutense. "Ni siquiera tiene el mismo significado en todo el mundo anglosajón. En Inglaterra, por ejemplo, significa 'maestría y muchas veces tiene el valor de una enseñanza de segundo cielo. Ocurre que el mercado ha acuñado el término como respuesta, en buena medida, a la fascinación española por todo lo que llega del extranjero. No ha sido una elección muy afortunada".

La universidad Autónoma de Madrid regula sus títulos propios de la forma siguiente: master, enseñanzas con una duración mínima de 1 curso académico, sólo pueden cursarlos licenciados, arquitectos e ingenieros. Diploma de Especialización, enseñanzas de duración similar o superior a medio curso académico, para diplomados e ingenieros técnicos. A éstos se adjuntan otros, diplomas o certificados de menor duración. Como en, el resto de las universidades, la oficialidad de estos títulos se limita al ámbito del campus que los expide.