"La revolución del 68 aplastó a los más frágiles, quemó a una generación"
Reparte sus iras entre revolucionarios, psicoanalistas y feministas. Y el resultado de esa distribución ha sido un rentable éxito. La edición italiana de Donde el corazón te lleve -que ahora publica en España Seix Barral- ha alcanzado los 740.000 ejemplares de venta desde enero. La madre de esta revolución es Susanna Tamaro (Trieste, 1957), una mujer menuda de ojos claros que se considera de izquierdas y niega haberse subido a la cresta de la ola conservadora. La fórmula del éxito de su novela: las cartas en que una abuela cuenta su vida y las de su hija, desde Trieste, a una nieta que está en EE UU.
Pregunta. Donde el corazón te lleve critica duramente a los hijos del Mayo del 68
Respuesta. Es una reflexión sobre la revuelta del 68, que produjo en Italia una generación quemada. Fue una gran explosión que llevó a algunos al terrorismo y a la droga, y aplastó a los psíquicamente más frágiles. Otra fracción, la política, se encaramó al poder, al socialismo, al Partido Socialista de Craxi.
P. No hay lugar para la ternura en el personaje que encarna las ideas revolucionarias.
R. La coraza ideológica que tenían los de esa generación era muy fuerte. Lo recuerdo porque lo he vivido. Una persona me dijo: "Yo estudié sociología, pero me he dado cuenta a los 40 años de que lo que me interesaba era la medicina". Se estudiaba ciencia política, sociología, porque era la opción revolucionaria correcta.
P. Los psicoanalistas salen muy tocados de su libro, ¿Tendrá muchos lectores entre ellos?
R. Muchísimos. Algunos pacientes se lo llevan a la consulta.
P. ¿Se cubre las espaldas dejando sin título universitario a su personaje psicoanalista?
R. Inicialmente era un psicoanalista, pero luego pensé: ¡Loca! Si metes un psicoanalista estás acabada". En Italia son una verdadera potencia.
P. ¿Se suma usted a esa ola que reivindica el llamado corazón por encima de la razón?
R. Mi libro es de reflexión y ha servido de toma de conciencia a muchas personas que estaban confusas. No es conservador. El corazón, como lo entiendo, desde una visión oriental más que occidental, es como el lugar donde se armonizan la razón y el sentimiento. No es sólo el sentimiento. La sociedad occidental divide esquizofrénicamente: el corazón es oscuro y la razón lo comprende todo. Es mentira.
P. Usted expone ideas muy duras de tragar, como afirmar que tras la máscara de la libertad se esconde la dejadez.
R. Creo que ha habido una degeneración de la libertad, favorecida por el psicoanálisis. Hemos perdido de vista la idea de que la libertad de uno acaba donde empieza la del otro. Es importante tener el sentido moral, ético, de la libertad.
P. ¿A qué lector se dirige?
R. Era un libro dirigido a los jóvenes. Pero primero lo han leído las abuelas, luego las madres, después los maridos y novios, y ahora lo leen chicas de 13 años. ¡Soy un ídolo de los teenagers, quién lo iba a decir!
P. No sentará muy bien su libro en círculos feministas...
R. Los pocos círculos feministas que existen lo odian mucho.
P. ¿Cuál es la crítica más frecuente de las feministas?
R. Son muy contrarias a eso que digo de que una mujer sola no puede decidir sobre tener un hijo. Yo creo que no somos seres biológicos, que también se necesita tener un padre. Dicen que he ofendido mucho la independencia de las mujeres.
P. La aparición de su libro coincide con el regreso de las ideas conservadoras en Italia.
R. Creo que las ideas de nuestro, digamos, Gobierno son de muy baja calidad, y mi libro, en cambio, induce a la reflexión. Italia vive un momento muy peligroso, muy confuso. La única figura lúcida es Gianfranco Fini [neofascistal. Es un panorama terrible. Da pena que el único inteligente sea Fini, que se los come a todos. Y mi gran tristeza es que la izquierda, cuando ha debido construir un movimiento nuevo, en las pasadas elecciones, no ha sabido hacerlo, se ha limitado a atacar a Berlusconi.
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