Darek-Nyumba, la 'casa común' de españoles y árabes, cumple 25 años
Acicalar, ajedrez, ajuar, ataúd y albóndiga, alfeñique y arrope son algunas de los cientos de palabras castellanas de origen árabe. La primera escuela o Facultad de Medicina de Occidente fue fundada en Córdoba por Abd al-Rahman III en el siglo X. Entoces ya se realizaban en Al-Andalus operaciones de cataratas con anestesia. Y Córdoba llegó a ser la ciudad que más libros contenía. De la riqueza cultural de ocho centurias de presencia árabe en España poco queda en los libros de texto y en las aulas españolas.Hace 25 años, Emilio Galindo, sacerdote de la orden de los Padres Blancos (nacida en Argelia en 1878) que estuvo 11 años en misión en Túnez, decidió abrir un centro en Madrid para la enseñanza del árabe y del español.
Con la escuela Darek-Nyumba (Tu Casa) se llegaría a recuperar la fuerza que los lazos de hermandad entre ambos mundos tuvieron en el pasado. Esta escuela ha llegado a convertirse en uno de los centros más importantes de español para árabes. Por ella han pasado más de 13.000 alumnos de 108 países. De los 2.402 que han aprendido el árabe en ella, el 92,84% son españoles. Muchos de los estudiantes extranjeros regresan a sus países,. Otros se quedan en España. Algunos cursan carreras universitarias. Los hay que han conseguido un empleo o se han casado con españoles.
"Apostamos por el hombre", dice Galindo. "Nuestra filosofía no se basa en crear una escuela, sino en responder a una realidad: uno de los grandes problemas que tienen árabes, africanos y asiáticos es aprender bien la lengua española, y creemos que podemos contribuir a su formación, con el fin de ayudarles a integrarse en la sociedad española".
La diversidad de religiones que permita un entendimiento entre los pueblos es una de las banderas filosóficas de la escuela: "Hay que relativizar el único 'Dios verdadero' que proclama el Vaticano", dice Emilio Galindo, "todos, los caminos llevan a Dios. El Papa no ha vivido otras religiones. Hace falta un diálogo interreligioso y acabar con las disputas de ideas y doctrinas que se oponen porque vienen de culturas diferentes. Nadie tiene el monopolio de lo divino
Cursos de dos años Iraníes, argelinos, egipcios, palestinos, tunecinos, filipinos... y también alumnos de países europeos, 14 máximo por aula, aprenden el español en Darek-Nyuniba durante dos años, tres meses y medio, dos horas diarias, con una matrícula que asciende a 23.000 pesetas; las enseñanzas incluyen medios audiovisuales y recorridos fuera de las aulas.
La idea primitiva se gestó alrededor de las necesidades de los jóvenes árabes (el 55% de los alumnos que estudian español son de este origen), pero siempre con la intención de que los estudiantes volvieran a sus respectivos países sabiendo la lengua y cultura españolas, y capacitados para crear un puente entre ambas culturas. "Sabemos muy poco de ellos y ellos de nosotros", dice Emilio Galindo. "Nos llegan noticias distorsionadas y por esa confusión son muchos los que catalogan a los árabes de vulgares terroristas y criminales. Ningún musulmán decente se. atreve a matar a otro. Ellos saben que el que mata a un hombre mata a toda la humanidad".
Respaldado desde el principio por la Universidad de Comillas que les cede espacios para las aulas, reconoce sus títulos y dirige las tesinas (más de 120 presentadas en español), el equipo de docentes de la escuela Darek-Nyuniba va más allá del simple intercambio profesor/alumno. Hacen todo cuanto está en su mano para que los alumnos extranjeros no sientan, demasiado la lejanía de sus familias: lo mismo les proporcionan música de su país que les facilitan direcciones donde pueden recibir cartas, dinero o telegramas. Son alumnos, de todas formas, privilegiados. Hijos de padres que trabajan en las zonas petroleras, la mayoría de ellos son universitarios, pero siempre gracias a un esfuerzo ímprobo de sus padres.
[Darek-Nyumba tiene su sede en Alcalá, 41, 30 izquierda, 28014 Madrid. Tel. (91) 5326250].
Cada vez más próximos
Malika, de 42 años, es antigua alumna de la escuela Darek-Nyumba. Periodista argelina, pasé el año 1993 en España. Quiso aprovechar su estancia para saber mejor de todo lo español. Ya se, había ocupado de hacerlo desde hacía tres años en su propio país. "Me preocupa que no exista una relación suficiente entre España y Argelia", confiesa. "Tenemos que darnos cuenta de que nuestros países están cada vez más próximos. Europa es demasiado materialista y sectaria, pero España y los españoles tienen unas características más parecidas a nosotros".Malika regresó ya a su país. Sylvie Zanga, de Camerún, quiere experimentar una larga temporada en España. Tiene 32 años y su deseo es acudir a una escuela de decoración, combinando el aprendizaje con algo de trabajo. "Si no encuentro un empleo, no podré quedarme", declara Sylvie, primogénita de 13 hermanos que sólo lleva un mes en Madrid, al igual que su compañera de aula, Justine Ereani, nigeriana, que vive en Madrid con su hermana, camarera en un bar nigeriano desde hace 10 años.
Otro de los alumnos actuales es Elias Chotieri, que ha venido a España como director de las líneas aéreas Middle East. Estudia en Darek-Nyumba con su esposa, Fadia. "Queremos integrarnos", dice Fadia. "El español no es muy difícil y es muy bonito, las clases son baratas y las técnicas audiovisuales que utilizan son muy buenas", añade.
"Tenemos tantos alumnos y de culturas tan diferentes", interviene el profesor. Francisco Molina Martínez, 13 años en la escuela, "que nuestro objetivo no es solamente enseñar el, español sino que todos comprendan la cultura de todos. Hay que conocer la psicología de cada uno de ellos para que el trabajo sea efectivo y descubrir las dificultades individuales para adaptarnos a cada caso particular".
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