Las pequeñas maestras

A estas muchachas que como agentes culturales ganan 3.000 pesetas al mes y por la noche se van en autobús a dar clases a la universidad, las hemos visto actuar con los niños pequeños, ya de maestras, aplicando la pedadogía que les enseñan las profesoras de la Institución Teresiana. Eran días de elecciones en Brasil, y el tema, unas elecciones presidenciales. Un niño y una niña simulaban presentarse como candidatos perorando su programa. Sus compañeros les hacían preguntas y objeciones. "Si te hacen presidente, ¿qué es lo primero que harías por nuestra comunidad"?, le preguntaba un mocosillo de seis años. Y el candidato muy serio: "Pondría alcantarillas para los desagües de las letrinas". Después se repartieron las papeletas para votar y los niños con gran seriedad sentados en el suelo escribieron un voto sin que lo leyera su vecino. Se improvisó una urna de cartón y, todos en fila, votaron. Después el escrutinio. En una pizarra, uno de ellos iba anotando los resultados. Y gran aplauso final para el elegido, que fue una presidenta."Hay que tener presente", nos decía Zelia Mediano, la teresiana responsable del grupo de Sapucaia, "que para esta gente rural es muy importante que, desde niños, se les cree una conciencia cívica de responsabilidad en la gestión de la vida pública. Así, el día de mañana, podrán defenderse sin que les compren el voto".