Dublín anuncia una amnistía para varios presos del IRA antes de Navidad

Algunos de los 50 presos del IRA encerrados en cárceles de la República de Irlanda pasarán las Navidades en familia. En una decisión que marca notables distancias con la cautela y timidez británicas en torno al tema del Ulster, la ministra irlandesa de Justicia, Maire Geoghegan-Quinn, hizo pública ayer en Dublín la noticia de que el Gobierno irlandés está dispuesto a liberar a miembros del IRA como medida de buena voluntad.Esta respuesta irlandesa al alto el fuego de los provisionales republicanos se produce como corolario a las recientes conversaciones mantenidas entre representantes del Gobierno de Dublín y miembros del Sinn Fein, en torno a un eventual desarme del IRA. Geoghegan-Quinn fue, sin embargo, incapaz de precisar el número concreto de activistas del IRA que se beneficiarán de esta medida. De acuerdo con la ministra, la documentación de los presos ha sido examinada por el Gobierno irlandés durante las últimas tres semanas, pero aún es pronto para dar nombres, ni precisar su número. "No puedo dar cifras, ya que aún no hemos tomado una decisión final. Pero puedo confirmar que algunos de estos detenidos serán liberados de aquí a Navidades".

Rechazó tajantemente la ministra las sugerencias de que su Gobierno se hubiera decidido a liberar a estos presos a cambio de una entrega parcial de las armas que guarda el IRA. En todo caso, y para tranquilizar a los Unionistas del Ulster, aseguró que entre los presos a liberar no se encuentran aquellos condenados a 40 años de prisión por asesinato de policías. Tema éste demasiado delicado para ser abordado en esta primera exhibición de buena voluntad política.

Preocupación protestante

Sin embargo, los tanteos del Gobierno de Dublín no han evitado la reacción violenta de los partidos pro británicos del Ulster. Poco después de hacerse público el anuncio de esta amnistía parcial a presos del IRA, el parlamentario del Partido Unionista Ken Maginnis manifestó la creciente preocupación del sector que representa por lo que describió como una aproximación demasiado favorable del Gobierno de la República al alto el fuego del IRA, que contrasta con la actitud más sosegada que ha tomado el Gobierno británico.La polarización de posturas, en torno al proceso que puede poner fin a la violencia en Irlanda del Norte, parece haberse intensificado en las últimas semanas.

Desde que, hace aproximadamente dos semanas, el primer ministro británico, John Major, aceptara públicamente el carácter permanente del alto el fuego ofrecido por el IRA a partir del 1 de septiembre, el proceso de aproximación británico al Sinn Fein atraviesa en el Reino Unido por una zona de sombra.

Ayer, el presidente del partido político que sostiene al IRA, Gerry Adams, volvió a atacar la tibieza de la respuesta de Downing Street (residencia del jefe del gobierno) a la oferta de tregua. A juicio de Adams, "la negativa del Gobierno británico a comprometerse con el proceso de paz", constituye un motivo de preocupación para el Sinn Fein. En declaraciones realizadas en Cork, Adams insistió en que Londres no ha establecido aún los contactos necesarios con su partido como consecuencia del alto el fuego del IRA.